Miércoles, 24 de abril de 2024
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“Trabajar con Vicente Vallés es como hacer un máster a diario, es un lujo tenerlo cerca”
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Esther Vaquero, presentadora de televisión

“Trabajar con Vicente Vallés es como hacer un máster a diario, es un lujo tenerlo cerca”

Actualizado 02/01/2023 14:44
María Fuentes

La periodista salmantina presenta desde el 2017 el Informativo ‘Antena 3 Noticias 2’, líder de audiencia con más de 2 millones y medio de espectadores cada día

Amante del periodismo, de su familia, y de su ciudad: Salamanca. Esther Vaquero dice ser de esas “charras pesadas” a la hora de hablar de la capital del Tormes por el orgullo “tan inmenso” que siente por cada “rincón”. “Aquí todo me retrotrae a la mejor etapa de mi vida. Cada calle y cada paseo aquí me recuerda quien soy”, explica.

Cercana, positiva y profesional. Llega a las instalaciones de SALAMANCA AL DIA con una sonrisa. No la pierde nunca. Saluda a todo el equipo. Se preocupa por la salud del periodismo local. Deja a sus hijos en El Corte Inglés con su familia durante un par de horas y se acerca a la sede caminando. Está exprimiendo cada minuto de su escapada navideña con su gente. Aquí, para quién la conoce, es esa salmantina que creció en una familia humilde del barrio de San José con raíces en el Cubo de Don Sancho. Su pueblo es “otra de las debilidades” de la periodista.

Para el resto del público, Esther Vaquero es la popular presentadora del informativo de las 21:00 horas de lunes a viernes en Antena 3. Tiene una dilatada carrera en multitud de medios: Cadena Ser, Telecinco, Cuatro, TVE, BBC London, La Sexta y Antena 3 son ejemplo de ello. Compartió pantalla con la gran Concha García Campoy en ‘Las Mañanas de Cuatro’, otro de sus referentes en la profesión y una etapa que guarda “con especial cariño”.

En Atresmedia lleva más de 10 años. Su llegada a la cadena se produjo en 2010, cuando la salmantina se incorporó como reportera y redactora de ‘Espejo Público’. En informativos se estrenó en el matinal ‘Antena 3 Noticias’ en septiembre de 2012. El 22 de diciembre de 2014, Vaquero pudo sustituir a Susanna Griso en el periodo navideño, y se puso al frente por primera vez de su programa, ‘Espejo Público’, y así siguió más de cuatro años sustituyendo a la presentadora oficial en la etapa vacacional. En 2017 dio el salto a ‘Antena 3 Noticias 2’, donde presentó una temporada en solitario, y luego pasó a ser copresentadora junto a Vicente Vallés.

Es uno de los tándems que mejor funcionan en la televisión actual. Las audiencias diarias les avalan. Es el informativo más visto de todas las cadenas generalistas, con unas cuotas de audiencia nunca vistas en la cadena con un respaldo de media de 2.446.000 espectadores, lo que supone un 19,7% de cuota de pantalla, llegando a alcanzar muchos días incluso al 24%. Un éxito difícil al alcance de pocos. “Es algo que nos hace muy felices. Yo siempre me río con Vicente porque cuando yo llegué en 2017 el que lideraba era Pedro Piqueras en Telecinco, nosotros íbamos a rebufo con una audiencia de 10 u 11% de share. Recuerdo siempre la felicitación de Navidad de Vicente del 2017 al 2018 en el que compartíamos en el mensaje navideño el objetivo de llegar al 13%, y fíjate dónde estamos ahora. El tema de las audiencias conlleva un poco de esclavitud, no te puedes dejar llevar mucho ni tampoco que sea algo que obsesione, pero es verdad que al final es la forma de medirnos, y dependemos de esos datos. Tengo que decir que el arrastre de empezar tras Pasapalabra tiene mucha culpa del éxito, el rosco de este programa nos deja ya en un punto muy alto y nosotros empezamos un informativo que dura 35-40 min, a poco que tú hagas bien ya lo mantienes. La media que te queda es muy buena y al final reconozco que eso nos permite en gran parte que nos podamos colgar la medalla todos los días de lo más visto en la televisión. Estamos aprovechando que es un momento dulce, que el viento viene de cara y disfrutando porque hemos vivido muchos momentos peores de vacas flacas y hay que estar en las buenas y en las malas”, detalla.

Tiene a su lado al “mejor maestro” y reconoce que su trabajo “es un máster a diario”. “Estar a su lado me arrastra a la profesionalidad, a querer hacer siempre las cosas bien. Es un hombre muy responsable, es un referente incluso desde antes que empecé a trabajar con él. Cuando le conocí yo era becaria en informativos Telecinco y él hacía en ese momento ‘La Mirada Crítica’ en 2004, lo recuerdo bien y me llamaba la atención su capacidad de análisis. Hoy cada día me sorprende para bien. Hacemos todas las mañanas, a eso de las 13:00 horas, una reunión con los diferentes jefes de secciones para preparar la escaleta, y cada uno ‘vende’ su área. Yo siempre digo que es como una lonja, y definimos qué espacio le vamos a dar a cada tema, siempre dejando un espacio para la actualidad por temas que puedan surgir durante la tarde. Vicente Vallés en ese instante ya llega con los deberes hechos, ya ha escuchado todas las tertulias de radio, ha leído la prensa escrita del día, e incluso ha seguido ya alguna rueda de prensa. Tiene mucho callo, y eso hace todo más fácil para el equipo. En unos minutos recita la escaleta. Es una persona que tiene un archivo interiorizado y un disco duro brutal interno. Es muy buen analista, él sabe perfectamente lo que quiere decir y cómo decirlo. Y de ahí también la cercanía con la gente. Es un periodista de mucho prestigio y eso te cala a ti también, te hace sentir ese orgullo por tu trabajo. Yo siempre digo que al final de mes cobras un sueldo, pero tiene mucho peso esa parte de salario emocional que al final es lo que hace que tanto esfuerzo merezca la pena, es importantísimo disfrutar con lo que haces”.

El éxito conlleva, como todo, críticas, pero es algo “con lo que hay que convivir”. Es consciente de la repercusión que tiene cada análisis, pues sus palabras son seguidas por millones de seguidores. “Cargan más contra Vicente porque es el que entra en los temas políticos, cuando él está yo tengo más un papel de acompañante. Informo, cuento la actualidad y ya está. No entro en juicios de valor. De todos modos, intentamos que las críticas no nos afecten, siempre que no sea algo constructivo. Las mayores críticas son negativas y vienen de las redes sociales. No somos ninguno de los dos usuarios activos de Twitter. Al principio lo usaba más porque también se llegaba gracias a esa vía a historias bonitas, pero por lo general se ha convertido en un vertedero en el que la gente suelta de todo. Hay veces que me tachan de ‘podemita’ y otras veces del otro extremo, tiene hasta un punto gracioso. Ahí todo es o blanco o negro. Aprendí a reírme y no hacer caso muchas veces a comentarios así porque lo que pretende con eso es irritarte, molestar, y generar polémicas”.

Pese a haber logrado el éxito profesional, sigue llena de sueños por cumplir. Reconoce que la radio sigue siendo “una asignatura pendiente” y le encantaría “poder dedicarle mucho más tiempo profesionalmente”, pues fue su pasión por las ondas la que le llevó a querer estudiar Periodismo y matricularse así en la Universidad Pontificia de Salamanca. “Tuve claro mi vocación desde que tenía 14 años; en mi casa siempre se ha escuchado mucho la radio, y me impresionaban esos sonidos para relatar la actualidad. Además, una de mis amigas de El Cubo de Don Sancho, Vanesa, fue quién me empezó a decir que ella quería ser periodista, hablaba de esta profesión con tanta pasión que empecé a ver esto como ella, como un mundo intrépido, y así empezó todo. Da vértigo recordarlo ahora porque han pasado 20 años desde esa formación en la Facultad de Comunicación, fueron años maravillosos”, recuerda.

Salamanca, su otra pasión

El orgullo por su ciudad le trae aquí muy a menudo. Aquí está su familia, sus amigas de siempre, y aquí quiere que sus hijos acumulen “momentos bonitos”. Ha logrado trasmitirles su pasión por la riqueza del mundo rural, y son felices creciendo en este pueblo de Las Arribes. “En Salamanca está toda mi vida, aquí están todos mis recuerdos. Siempre que puedo me escapo, antes al menos una vez al mes estaba aquí, ahora con los niños es verdad que la logística es más compleja, pero cuando junto más de dos días aquí estamos todos. De esta ciudad me gusta todo: mi barrio San José donde mis padres siguen viviendo, los paseos por el Puente Romano, la llegada en el bus al centro y recorrer lo esencial que son Catedrales, Dominicos, la Plaza Mayor que por supuesto no me cansaré de decir que no tiene rival como la más bonita del mundo… son muchas cosas las que me representan aquí. Cada calle de Salamanca me retrotrae a la mejor etapa de mi vida, y es que es tan bonita que es muy fácil venderla. Yo siempre presumo de ella, de su arquitectura, de su comida, de su ambiente vivo, es que somos muy afortunadas por haber nacido aquí” (sonríe).

Reconoce que sí se ve volviendo a vivir aquí. “A veces lo pienso y me encantaría. La calidad de vida aquí no es comparable a la de Madrid, es otro ritmo, es un estrés que aquí no se siente. Allí pasamos 2 o 3 horas al día en un coche, o en trasporte público, y eso aquí es impensable. El otro día caminaba por la zona de las facultades y pensaba en mis hijos. Ahora mismo son pequeños; la pequeña tiene sólo 3 años y el mayor 6 y no sé que harán en el futuro, pero me encantaría que fueran universitarios en Salamanca, creo que es algo que merece la pena vivir, y con esa excusa, venirnos todos (ríe). En realidad, cuando ellos tengan dieciocho años yo no creo que esté ya en primera línea en televisión, y supongo que tendré más tiempo. Para ellos sería la mejor experiencia”.

El tiempo marcará. Mientras tanto, ella sigue manteniendo la misma esencia, abandera la humildad, y sigue disfrutando de los recuerdos y de lo que hoy sigue sintiendo cuando está aquí. Pasión por su profesión donde empezó todo, y pasión por la ciudad que la vio crecer. Orgullo charro.

POR MARÍA FUENTES.