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"El día 24 no festejábamos ya que estaba prohibido"
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Las otras Navidades

"El día 24 no festejábamos ya que estaba prohibido"

Actualizado 24/12/2022 12:02
Redacción

Alina Redondo, cubana residiendo en la capital charra, nos cuenta las diferencias de las celebraciones navideñas respecto a su ciudad natal

Las fiestas decembrinas en Latinoamérica se presentan con una gran variedad de tradiciones, gastronomía y celebraciones que dependen de la historia, la cultura y la geografía de cada país, Alina Redondo, llegó a Salamanca en el otoño de 2019, a día de hoy, continúa familiarizándose con la cultura charra pero no deja de recordar las festividades con sabor cubano, habla con Salamanca al Día sobre su navidad en Cuba y ahora en España.

La navidad en Cuba se celebraba fundamentalmente en familia, lo que se estilaba era que el 31 de diciembre, el día más celebrado, desde temprano, se empezaba con los preparativos de la cena, que la costumbre era hacerla el 31. Realmente, el día 24 no se hacía celebración en Cuba, porque estuvo prohibida durante muchos años, ese día no se celebraba; hasta el año 1998, cuando el Papa Juan Pablo II fue a Cuba y cuestionó el por qué no se celebraba, sí era una festividad”.

Alina prosigue y subraya que “navidad en Cuba se celebra el 31 de diciembre, y no es el hecho como tal de la navidad, su significado religioso, sino lo que es el fin del año en sí. El último día del año. Esta reunión se hace en familia, se prepara la comida típica de Cuba, el lechón asado, una pierna u otra parte del cerdo, la tradición dicta que sea asado con carbón, se come el arroz congrí y yuca con mojo.

En Nochevieja, se hacen cosas distintas a las que se hacen en Salamanca, por ejemplo, cuenta Alina, que “a las doce de la noche, se acostumbra a salir a la calle, a la cuadra donde vives, todos los vecinos también salen y se hace la quema del muñeco, que se confecciona con ropas y relleno de cosas de cada vecino, es decir, cada familia, cada casa, aporta una prenda y con eso se arma o se rellena el muñeco que el 31 de diciembre se le prenderá fuego. Esto simboliza el quemar todo lo malo que sucedió ese año, lo que quedó atrás. Y esto lo hacen todos los vecinos que viven en esa cuadra”.

Otra cosa habitual en Cuba, dice Alina, “es que a las doce de la noche se arroja un cubo de agua desde la casa, para que lo malo que podía quedar y de paso, las malas experiencias de ese año, se las lleve el agua lanzada hacia la calle”.

Para Alina Redondo, apenas han transcurrido tres navidades, esta es la cuarta en Salamanca, y con cierta tristeza, afirma, “los latinos somos parte de la emigración, generalmente la soledad está presente y muchas de esas costumbres, de esos hábitos, aquí no se hacen. No se llevan a cabo. En Salamanca, lo que nosotros hacemos es estar en casa, tranquilos, los que podamos estar de la familia, de otra manera, puede que también la pasemos trabajando”.

Carmen Sanchis