Hernán Pulgarín, colombiano residente en la capital charra, nos cuenta las diferencias de estas celebraciones comparando con las de su ciudad natal
La tradición latinoamericana tiene muy arraigada las fechas navideñas, reservándose para esos días los encuentros de toda la familia, los obsequios, una buena parte de los ahorros y suculentos platos para dar esplendor a las fiestas.
Los días de Navidad son muy especiales porque los “peques” esperan los regalos y las fiestas que se hacen en muchos países de la región, llevan un mismo motivo, el festejo religioso que celebra el nacimiento de Jesucristo, aunque cada comunidad lo hace ligeramente distinto.
En Salamanca está residiendo un antioqueño, Hernán Pulgarín, que contó a SALAMANCA AL DÍA como transcurren estas fiestas en Medellín (Colombia) y cómo celebra la navidad ahora, en la capital salmantina.
La navidad en Medellín, literalmente estalla el 1 de diciembre a la medianoche, con fuegos artificiales, espectáculos pirotécnicos o petardos que anuncian con rotundidad la llegada del mes. Según nos cuenta Hérnan, la capital colombiana “se llena de pólvora y estallan fuegos artificiales para recibir diciembre, hacen fiestas en la calle, barbacoas, reciben la navidad así, con natilla y buñuelos”. A día de hoy, dice Hernán, “soy cristiano evangélico y ya no celebro la navidad como antes, pero recuerdo, que el 7 y el 8 de diciembre se quemaban velitas, fuera de las casas y en las aceras, en homenaje a la Virgen del Carmen”.
El 16 solían comenzar “las novenas navideñas, los niños se acercaban para recibir confites. El 24, Nochebuena, los regalos del Niño Jesús, además, se hacía un encuentro endulzado con natilla y buñuelos. También cerraban las calles, lanzaban fuegos pirotécnicos y todos bailaban”, las familias suelen salir a admirar los alumbrados con motivos navideños, y se realizan asados o barbacoas que comparten entre familias y casas.
Hernán nos explica que “de tanto trajín del 24, el 25 hacen sancocho en leña (sopa), en la calle; y siguen la fiesta, unos cuantos que no tienen que trabajar, hasta el 26”.
Los estrenos son parte de las costumbres decembrinas, muchos se esfuerzan en “estrenar ropa el 7 y 8, el 24 y el 31 de diciembre”. Para despedir el año, en Medellín “preparan marrano (cerdo), aprovechan las menudencias para las morcillas, los dulces son natillas y buñuelos. Además, queman muñecos en la calle para ahuyentar las malas energías del año viejo y recibir el nuevo. También hacen torneos deportivos en la calle”.
En Salamanca, cuenta Hernán, que la temporada se vive más calmadamente, “es muy diferente porque en Europa la gente no puede estar bailando en la calle, no puede tener un equipo de sonido alto porque la policía pone multas, los alumbrados navideños son pocos, y se repiten. Aquí lo fuerte en la Navidad es que celebran con champán, la gente se va a bailar a las discotecas, y al siguiente día es como qué si no hubiera pasado nada. Se vive una navidad muy tranquila, en comparación con Latinoamérica. Medellín, es una ciudad bajo conflicto armado, hay mucha inseguridad, la Navidad se vive con mucha presión. En Salamanca, la gastronomía es muy buena, se come muy bien en Navidad”.
Carmen Sanchis