Medio centenar de personas toma parte en Santa Marina en la Vigilia Joven de la Inmaculada

Las delegaciones de Pastoral Juvenil y Pastoral Vocacional de la Diócesis de Ciudad Rodrigo llevaron a cabo en la tarde del miércoles, víspera de la Festividad de la Inmaculada Concepción de María, una Vigilia Joven de la Inmaculada, que tuvo como novedoso escenario la Capilla de Santa Marina, situada en el barrio del mismo nombre. En el templo se dieron cita medio centenar de personas, entre ellas varios sacerdotes diocesanos y unos cuantos jóvenes, que fueron quienes encabezaron desde distintas funciones la celebración.

La guía de la misma fue una cuerda, como “reflejo de la propia vida”, contándose con una soga grande a los pies del altar además de entregarse a cada asistente un pequeño cordel. Estas cuerdas tenían varios nudos, reflejándose a partir de ellos cinco momentos de la vida de la Virgen: su Infancia, la Anunciación, el Nacimiento de Jesús en Belén, María al pie de la cruz y la Resurrección, teniendo asociado cada uno de ellos un símbolo: una Virgen Niña, un megáfono, el Santísimo, la Cruz de los Jóvenes, y el Cirio Pascual.

Al tratarse cada uno hubo una monición, una lectura, una reflexión, música y un canto. Con las reflexiones, se invitó a hacer nudos en los cordeles a partir de los diversos recuerdos de cada persona. A cada asistente también se le había entregado una pequeña vela, que se encendió en el Cirio Pascual en el tramo final de la Vigilia, durante el cual también se ataron los cordeles de cada persona a la soga grande. Como recuerdo de la Vigilia, los asistentes recibieron una pulsera de cuerda.