Mucha gente buscando y pocas habitaciones disponibles
El 12% de las habitaciones en piso compartido que se alquilaron durante el mes de octubre en Salamanca no llevaban ni 24 horas en el mercado, según un estudio publicado por idealista, el marketplace inmobiliario del sur de Europa. Hay escasa escasa oferta frente a la elevada demanda y los altos precios son los principales factores que llevan a cerrar las operaciones en tan poco tiempo.
Pero el fenómeno del alquiler exprés de habitaciones no es tan elevado en la capital salmantina como en otras capitales españolas. En el conjunto del país, el 21% de estas habitaciones está menos de 24 horas en el mercado.
Entre las 20 capitales españolas en las que hubo un mayor número de operaciones de alquiler de habitación cerradas en octubre, Almería (36%) es la que concentra un mayor porcentaje de habitaciones que estuvieron 24 horas o menos en el mercado. Le siguen la ciudad de Granada (31%), Alicante (28%), Málaga (27%) y Las Palmas de Gran Canaria (27%).
Por encima de la media nacional se encuentran las ciudades de Barcelona (26%), San Sebastián (25%), Palma (25%), Madrid (24%), Valencia (23%), Valladolid (23%) y Sevilla (22%).
Con tasas inferiores a la media nacional encontramos la ciudad de Vitoria, donde el 20% de las habitaciones en alquiler en piso compartido que se alquilaron durante el mes de octubre estuvo 24 horas o menos en el mercado. Le siguen las ciudades de Pamplona (19%), A Coruña (19%), Murcia (19%), Salamanca (12%), Bilbao (11%), Córdoba (11%) y Zaragoza (9%).
Estas son las habitaciones para alquilar que estuvieron menos de 24 horas en Idealista en las principales capitales:
Según Francisco Iñareta, portavoz de idealista, “el mercado de habitaciones en alquiler en pisos compartidos está estrechamente ligado al mercado de viviendas en alquiler y este vive un gran problema de oferta y disponibilidad de producto. Un escenario como este, en el que hay mucha gente buscando y pocas habitaciones disponibles, genera ansiedad entre los inquilinos que tienen que someterse a auténticos castings en competición con decenas de personas igual o mejor cualificados que ellos y los perfiles más vulnerables son los primeros descartados. Por el momento, no se perciben estímulos que hagan prever que esta tendencia vaya a cambiar en los próximos meses, por lo que posiblemente durante 2023 sigamos viendo habitaciones que duran muy poco en el mercado y situaciones críticas de estrés entre muchos inquilinos”.