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La Familia Ducal de Alba y Santa Teresa de Jesús
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ALBA DE TORMES

La Familia Ducal de Alba y Santa Teresa de Jesús

Actualizado 03/12/2022 07:24
Roberto Jimenez

A la casa de Alba debemos el hecho de tener aquí el sepulcro de la Santa, la obra nueva de la iglesia de la Anunciación y también la fundación del convento de San Juan de la Cruz de los Padres Carmelitas Descalzos

Duque de Alba en tiempo de Teresa fue Don Fernando Álvarez de Toledo. Nacido en Piedrahíta el 20.10.1507. Hijo de García Álvarez de Toledo y Beatriz Pimentel. En 1552 casó con Doña María Enríquez. Para la Santa, el duque fue uno de los hitos más encumbrados de sus relaciones sociales. Don Fernando está presente en su epistolario.

Tiene con el Duque confianza, como para pedirle favores menudos. Todavía en 1582, desde Burgos recurre a él, entonces en Lisboa, para vencer la oposición del arzobispo burgalés en la fundación del último Carmelo. Llega a tener una copia del Libro de la Vida. Cuenta Gracián que "se alegró el Duque con leer el libro de la Madre Teresa de Jesús, y oír lo que yo de ella le contaba". El mismo Gracián refiere que la imagen de Jesús Resucitado hecha pintar por la Santa y que llevaba ella en su breviario, la regaló él al Duque: "la traía yo en el breviario hasta que el Duque de Alba, don Fernando, me pidió la del Cristo cuando iba a la guerra de Portugal, y la llevaba él siempre en el pecho hasta que murió". La santa y los duques fueron leales en la amistad. Tanto con el Duque como con la Duquesa. Escribe la santa al P. Gracián: “la víspera de año nuevo me envió la duquesa un propio con esa y otra carta, sólo para saber de mí. En lo que dice que dijo vuestra paternidad, que [yo] quería más al duque, no es cierto".

El aprecio a los dos es por igual.

Doña María, Enrique de Toledo. Duquesa de Alba. Colaboradora y gran amiga de la Santa y de las Carmelitas Descalzas. Ya es amiga de la Santa cuando ésta es priora de la Encarnación. En varias ocasiones la Duquesa pide tener a su lado a la Santa en Alba. La Santa la visitó y en las Moradas recuerda la visita al palacio ducal de Alba y su admiración por el ornato y las joyas y la impresión que le dejó su paso por el camarín ducal"de joyas y vidrios y barros y muchas cosas".

En el epistolario teresiano queda constancia de varios episodios importantes: Teresa comparte la alegría de los duques por el casamiento de su hijo don Fadrique y compartirá igualmente el dolor de la duquesa en sus dificultades y la preocupación por la ida de aquél a la guerra de Portugal. La Santa está al corriente de los sucesos de la familia ducal. La duquesa había retenido en su poder una copia manuscrita del Libro de la Vida, En carta de ese mes agradece a la duquesa el favor: "Ha sido tan grande la merced que vuestra excelencia me ha hecho con el libro, que no la sabré encarecer...”

Por fin, será ella, la duquesa madre, quien logre del P. Antonio de Heredia el desvío de la Santa en su postrer viaje, para terminar sus días en Alba de Tormes. Después de muerta la Santa, los dos duques serán los actores principales en el proceso de restitución del sepulcro de nuestra Santa a este monasterio. La duquesa doña María donará la "caja nueva, guarnecida de terciopelo carmesí con clavazón dorada", a la que se trasladó el cuerpo incorrupto de la Santa. Se conservan tres cartas de la Santa dirigidas a la duquesa.

Don Fadrique Álvarez de Toledo. Duque de Alba. Hijo de Fernando Álvarez de Toledo y María Enríquez

Se casó con doña María de Toledo y Colonna. Hay frecuentes alusiones a él en el epistolario Teresiano por las relaciones amistosas de Teresa con el joven matrimonio. Estando en Burgos, llega a noticia de la santa la noticia de que los dos cónyuges esperan el nacimiento de su primer hijo. La santa se apresura a enviarles su congratulación en una sencilla carta de cortesía dirigida a don Fadrique, y que ha llegado hasta nosotros. El anhelado nacimiento del sucesor de los duques motivará el cambio de rumbo de su último viaje, reclamada por los duques en la carroza carroza enviada por ellos. Sería visitada la santa en los últimos días aquí por su amiga la duquesa Doña María.

Agradecemos a Dios el glorioso pasado histórico de los Alba y encomendamos a la Santa al Señor Duque Don Carlos y a la actual familia ducal en Alba de Tormes, Alba de los duques y de Santa Teresa de Jesús en este Año Jubilar Teresiano.

P. Miguel Ángel González, Prior OCD de Alba de Tormes y Salamanca.