Los hermanos, naturales de Paradinas de San Juan, llevan mas de una década viviendo esta afición cada temporada
Que el mundo de las setas es una cultura mas desconocida que mostrada es una realidad mas que palpable pero que, cada año, por estas épocas, moviliza a cientos de personas en toda la provincia de Salamanca, quienes se echan al campo en busca de unos manjares mas que especiales, que parecen contar año tras año con mas y mas adeptos, siempre guiados por un experto encargado de ofrecer sus conocimientos para poder cogerlas en su momento y variedad, que se transforme en un plato que hoy se sitúa como uno de los destacados en la cocina de vanguardia en cualquier punto de España.
Ejemplo de estos verdaderos apasionados por las setas lo encontramos en Javier y Juan Francisco Domínguez, hermanos y vecinos de Paradinas de San Juan, a quienes, ni la diferencia de edad ni el cambio de costumbres ha llevado a perder su fijación por vivir los fines de semana en el campo, con la cesta de mimbre en la mano.
Su pasión llegaba, tal y como explica Javier, “en mi pueblo, cuando vivia el señor Teo, que hace 50 años era un gran experto en estos temas. Gracias a el se trasladaban los conocimientos sobre las setas al Señor Santiago, y era a través de el cuando empezamos a conocer este mundillo…empezamos con setas de cardo en esta zona y desde ahí comenzamos a ampliar conocimientos e incluso a ir mas lejos, hasta Gredos incluso, conociendo nuevas especies y estudiando cada una de ellas”.
Hoy ambos suman más de una década disfrutando con la pasión de la recolección, algo que, lejos de ser un esfuerzo, es una verdadera pasión. “La cultura de las setas es vivir un contacto directo con la naturaleza, algo que nos lleva a conocer todo nuestro entorno natural, en este caso de la comarca de Peñaranda, permitiéndonos disfrutar de los frutos que nos da con toda normalidad. Creo que hay hongos muy llamativos y destacados como las setas de cardo que es muy muy autóctono” explica Juan Francisco, mientras que Javier asegura que “esta afición nos lleva a juntarnos con gente, salir al campo, hacer ejercicio y tener la recompensa de encontrarlas y poderlas degustar, son un manjar”.
Los hermanos hoy tienen claro que el campo y la forma de recolección esta cambiando, como casi siempre, para mal. “Cada año vemos menos setas, sobre todo por el tema del saqueo. Hay mucha gente que sale a buscarlas y no sabe como cogerlas…sobre esto hay que ser muy respetuosos. La gente no entiende que debe salir con las cestas, ya que cuando las coges y las guardas, van soltando esporas sobre las que nacen el siguiente año. Hoy hay muchos que van con bolsas de plástico y eso no puede ser…la bolsa no permite que se expandan las esporas, ya por no hablar de quienes las cortan pequeñas y sin apenas abrirse. Eso no puede ser, así nos estamos cargando el campo, que ya esta afectado de por si por el cambio climático. Esto no es una bobada, se está viviendo ya” aseguran.
Hoy, en la provincia de Salamanca pueden encontrarse varias decenas de variedades de setas, ya que se producen en multitud de espacios, incluso en las zonas verdes urbanas…” hay muchas que quizás se confunden pero que son comestibles, se encuentran en mil sitios, pero siempre tienen que ser bien identificadas para evitar riesgos. Confundir la variedad puede generar graves problemas de salud. Por eso siempre es imprescindible conocer la variedad que estas cogiendo” afirman los hermanos Domínguez.
Es una vocación, tan sana como deliciosa, que también tiene sus curiosidades, ya que, tal y como aseguran entre risas, “el sitio mas extraño en el que te puedes encontrar setas es en un basurero…o en Peñaranda en el Parque de Los Jardines, que esta muy poblado de seta de San Jorge, una variedad muy llamativa y sabrosa…también encontramos el ‘boletus baboso’ en numerosas zonas de la comarca de Peñaranda y la provincia, variedad que necesita, como la de San Jorge, ser cocida con mucho tiempo y luego ya guisarla”.
“Las setas se conocen por el tronco, la base y la forma. Hay muchas muy parecidas, por eso es imprescindible conocer o tener a alguien con conocimiento al lado, para que puedas saber realmente cuales son buenas y no, es un mundo de matices…nosotros empezamos a recolectar una cesta y nos acababan quedando cuatro contadas, ya que el resto no eran comestibles. Es un mundo apasionante que engancha y te lleva a querer conocer más y más” explican, mientras disfrutan en el III Encuentro Micológico, que este año ha reunido en Peñaranda, a través de Los Álamos Gastrolab, a mas de una treintena de amantes de esta afición, que parece coger empaque y reclutar a mas y mas seguidores cada año.