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“Es el trabajo al que más tiempo he dedicado”, reconoce Florencio Maillo sobre su cuadro para la Catedral
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Tras dos años y medio de dedicación

“Es el trabajo al que más tiempo he dedicado”, reconoce Florencio Maillo sobre su cuadro para la Catedral

Actualizado 21/11/2022 10:03
Redacción

La obra, que pesa 800 kilos, incluye referencias a la familia del artista, la ciudad de Salamanca o la guerra de Ucrania, entre otras

El cuadro, titulado 'El pensamiento ante el Misterio de la Creación, Redención y Resurrección', se instalará en la parte trasera del retablo mayor de la Catedral Nueva, frente a la capilla del Cristo de las Batallas. De hecho, en los próximos meses se trabajará en su montaje y colocación, en un principio de forma temporal, según aseguran en la Diócesis de Salamanca.

El autor, Florencio Maillo, reconoce que ha sido la obra de su vida, “es el trabajo al que más tiempo he dedicado”, y a mayores, como reconoce, “también es importante al ser un encargo, y sobre todo, por el lugar donde irá, que es un marco excepcional“. Maíllo agradece haber podido trabajar con “absoluta libertad”, ya que Daniel Sánchez tan solo le dio el tema que tenía que tratar en su obra: el Padre eterno, el Calvario, la Crucifixión y la Resurrección, “y cuyas figuras tenían que ser de grandes dimensiones”, porque como argumenta, “hay que tener en cuenta el tamaño de la Catedral”.

Tras recibir el encargo, se puso a trabajar en ello en su taller de Encinas de Abajo, como explicaba a los medios informativos, comenzando por la elaboración de varios bocetos, que fue enseñando a Daniel Sánchez, “hasta que dimos con la que nos gustaba a los dos y encajaba con la idea y el espacio donde se ubicaría”. El artista ha utilizado el procedimiento de la encáustica sobre aluminio, con unas dimensiones de ocho metros de altura por cuatro de ancho, dividida en cuatro paneles. El peso de la obra es de unos 800 kilos en su totalidad.

La representación de la Trinidad

En la escena superior, se refleja a las dos personas de la Trinidad, con el Padre Eterno y el Espíritu Santo, integradas entre nubes, donde se pueden leer dos leyendas: “Ha muerto por cada uno de nosotros”, a la derecha; y, “ha resucitado para daros la vida”, en la izquierda. Sobre la escena, un arco de medio punto que representa la bóveda celeste.

En esa zona de la obra, junto al Padre Eterno, tuvo la necesidad Florencio Maíllo de que estuvieran representadas las cinco personas de su familia que han fallecido. En concreto, en la parte izquierda, sus padres, y en la derecha, sus dos hermanos. Además, debajo de la alegoría, también está su abuela, la única que conoció, y que falleció cuando él tenía 12 años. “Todo tiene que ver con una profunda reflexión y sentimiento”, reconoce.

En la escena inferior de la obra se representa al Crucificado formando un calvario con las figuras de María y San Juan Evangelista, “todo ello integrado en un paisaje que deja ver en su horizonte a la Catedral de Salamanca iluminada”, como detalla el artista. No es el único elemento de la ciudad representado en el cuadro, ya que como explica, quiso que estuviese presente otro emblema de la ciudad, la Casa de las Conchas, en esta ocasión, vinculado al orden estructural de las conchas en su fachada, “y ubicar en esa misma distancia las saetas representadas en dicha escena”.

Una referencia a la guerra de Ucrania

Ese elemento hace referencia a la guerra de Ucrania, que estalló en pleno proceso de la obra, como reconoce Maíllo, “y quise representar esas bombas de racimo que tanto dolor provocan, para transmitir esa sensación tan poderosa de dolor, con elementos cortantes en forma de triángulo, que están en movimiento, y que están sangrando”.

La obra se completa con la representación de la Resurrección en la parte inferior izquierda, con el Resucitado, San Pedro, San Juan y Magdalena, en fase de Ascensión. La escena va parcelada con la propia almendra de luz que envuelve al Resucitado, y por una celosía, como elemento externo, que la separa de la zona verdosa y central del cuadro, donde se aprecia otro elemento innovador de este cuadro, en concreto, la imagen del Pensador de Auguste Rodin, “que medita la Redención”.

El Resucitado está rodeado de doce cirios pascuales, y en el centro de las dos escenas inferiores puede leerse la leyenda en latín: “SI CONSVRREXISTIS CVM CHRISTO QVAE SVRSVM SVNT QVAERITE QVAE SVRSVM SVNT SAPITE”.

El antropólogo, Antonio Cea, del Centro de Estudios Salmantinos, fue el encargado de detallar la obra en el taller de Florencio Maíllo, de la que cree que su autor tiene que estar “muy satisfecho y afortunado porque cualquier artista daría lo que fuera por tener una obra en la Catedral”, subrayó. Bajo su punto de vista, esta obra no va a desarmonizar, “sino que va a ser el complemento de algo vacío que estaba esperando una buena obra”.

Pincha aquí para ver la galería fotográfica del espectacular cuadro de Florencio Maillo que se podrá ver en la Catedral de Salamanca.

Fuente Diócesis de Salamanca / Foto de David Sañudo