Jueves, 28 de marzo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Contra el civismo, cinismo
X

Contra el civismo, cinismo

Actualizado 14/11/2022 08:05
Francisco López Celador

En mis años jóvenes, presencié una acalorada discusión entre dos adultos que porfiaban por la ocupación de una mesa de restaurante. Uno de ellos, aparentemente más educado y menos acalorado, alegaba haber llegado antes hasta la mesa. El otro, más rudo y profiriendo constantes amenazas, creía tener más derecho por haber sido el primero en verla. Era la lucha entre los buenos modales y la incultura. En un momento determinado, el violento, abalanzándose sobre una de las sillas y para compensar su evidente falta de educación, exclamó: “¡Hasta ahí podíamos llegar! ¡Yo tengo mucho más cinismo que usted”. El civilizado se limitó a contestar: “En eso le doy toda la razón”. El primero apostilló: “Pues claro que sí”

Algo parecido está sucediendo en nuestra querida España. Que nadie saque conclusiones antes de tiempo. No estoy afirmando que en este gobierno no haya educación ni civismo. Eso sería demasiado generalizar. Lo que sí digo es que la coalición que nos gobierna (¿) sacaría muy buena nota en un examen de cinismo. Hay que tener la cara como el cemento armado para criticar la sanidad de Madrid – no digo que no tenga deficiencias, como la mayoría- y no hacerlo de otras entre las que abundan gobiernos del PSOE. En España, cualquiera de los índices que definen la eficacia de la sanidad de un territorio están siempre liderados por la Comunidad de Madrid. Para ser justos, también Cataluña, Navarra y Valencia, entre otros, pueden presumir de una sanidad competente. En el ranking que se elabora cada año, hay cinco hospitales españoles – encabezados por La Paz- que figuran entre los cien primeros del mundo.

Pues bien, la Comunidad de Madrid, que ha estado gobernada por el PP los últimos 27 años, pasó de 20 a 32 hospitales públicos en los 10 primeros años de esa etapa. Con posterioridad, ha seguido mejorando todas las instalaciones sanitarias hasta llegar a la actual situación. No resido en Madrid, pero dispongo de información de su sanidad, de primera mano. Siendo todo mejorable, hay que reconocer el prestigio ganado a pulso por todos los profesionales del ramo. Conozco muy pocos pacientes madrileños que deseen ser atendidos en otra comunidad, pero sí muchos que buscan toda clase de estratagemas para ser llevados a centros hospitalarios madrileños. Y no hablo de clínicas privadas, me refiero a hospitales públicos.

Otra demostración fehaciente de cuanto digo es la forma de atacar la pandemia desde esa comunidad. Además de la grave responsabilidad de permitir la triste manifestación del 8-M, el gobierno no ha dudado a la hora de poner palos en las ruedas de la máquina sanitaria madrileña, recurriendo a oscuras artimañas discriminatorias. Si comparamos la eficacia empleada por el Ministerio de Sanidad y la de la Consejería de Sanidad de Madrid, no existe color. El hospital Zendal, tan criticado desde todos los ministerios, vino a solucionar muchos de los problemas que se amontonaron en otros lugares, y contribuyó a bajar ese número de fallecidos. Número que todavía no ha terminado de contar el comité de expertos de La Moncloa.

Afortunadamente, ya es muy difícil que Sánchez pueda embaucar a los ciudadanos de Madrid, ni a los de otros muchos lugares. Basta ver el recibimiento que le acompaña cada vez que hace aparición en la calle. Por esa razón, cuanto mejor valoran los madrileños la labor de su presidenta, mayor es el encono con que responde todo el gobierno. Ayuso es esa china que no se va del zapato de Sánchez. El asunto es tan grave que la campaña de desprestigio ya está tomando caracteres que a veces rozan el ridículo. Ya no saben qué buscar para echárselo en cara.

Ahora es la huelga de algunos profesionales sanitarios. Algo como la escasez de plantilla, los bajos sueldos, el excesivo número de pacientes o las listas de espera -todo ello más agravado en otras autonomías-, ha servido de lanzadera para la utilización política de toda la izquierda. Cualquier comparecencia de ministros, o allegados, en lugar de informar sobre los temas tratados, se convierte en un ataque a todo lo que huela a derecha. La vieja táctica del calamar. Cuando las cosas se le ponen feas al gobierno, hay que enmascarar el ambiente cargando las tintas en el primer tema que tenga relación con la oposición, sea bueno o malo. Ya estaba durando demasiado el letargo de unos sindicatos que debían justificar, no el plato de lentejas, sino el menú a la carta que reciben puntualmente.

La última “perla” del cinismo de Sánchez es una de las más graves de su mandato. No conforme con transferir la política penitenciaria a Cataluña y País Vasco, ha bastado una ligera amenaza de esos políticos independentistas para que, sin tener que repetírselo dos veces, haya cedido a todas sus peticiones. Toda clase de barbaridades antes de perder su apoyo. Cambiar el código penal con nocturnidad y alevosía es otra muestra del valor que concede a nuestra Constitución y a todo el entramado jurídico. En la historia de España será muy difícil encontrar un político que haya causado a la nación más daño que Sánchez. Los cimientos que está encofrando con su política, a pesar de estar basados en razonamiento falsos, serán muy difíciles de derribar.

Cuando los catalanes indultados estén capacitados para repetir el golpe de estado, no tardarán en hacerlo. Ojalá me equivoque, pero puede que suceda antes de que salga Sánchez de La Moncloa. Con ese código penal ¿cómo podría contrarrestarlo? ¿reuniría a su comité de expertos? La escondida gravedad de este disparate vendrá después. Que no espere Sánchez el apoyo de los que ahora le sostienen porque serán los que echen más gasolina al fuego.

Aquel gobierno que quiera reconducir la situación a su estado anterior para que vuelva a reinar el orden y la coherencia democrática, deberá emplear la ley con seriedad y firmeza. Ni que decir tiene que ese “progresismo de bote” que proclama la izquierda se lanzará a la calle, con mucha más violencia de la que se empleó en Cataluña en 2017, sabedor de que el código penal estará amparando sus fechorías. Tampoco conviene olvidar que el resto de esas naciones que ahora se declaran socios nuestros mirarán para otro lado, porque todo el mundo va a lo suyo.

Viviremos situaciones que nos recordarán escenas gravísimas del pasado siglo, de fatales consecuencias. Tal vez estamos demasiado preocupados y luego resulta que Sánchez es eso lo que está buscando. A la vista de la facilidad con que hace una declaración, sabiendo de antemano que está pensando lo contrario -lo hace continuamente- ya no nos debe extrañar nada. En esta ocasión, ya se oyen las quejas de alguno de sus barones. Que nadie se asuste. El estómago suele ser una de las partes más agradecidas del organismo humano; sobre todo el de los políticos

En esos momentos, el inventor del nuevo progresismo podrá decirnos, con todo su derecho: ¡Yo tengo mucho más cinismo que todos vosotros! Y la culpa será de los que han hecho posible este estado de cosas. Unos por acción y otros por omisión. Las leyes de la Física: acción y reacción. Sánchez está viviendo un sueño con el que nunca pensó; los que le apoyan no encontrarán otro que les conceda tantas prebendas. El resto, los que tengan verdadera intención de arreglar este desastre, lo primero que deben hacer es tener las cosas muy claras, dejar aparte falsos individualismos, y, sobre todo, unirse. De lo contrario, pasaremos a engrosar el número de repúblicas populistas, esas que alientan algunos de nuestros títeres.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.