La ola de bronquiolitis que afecta a los bebés salmantinos: más de 14 pequeños permanecen ingresados

Durante las últimas semanas el Hospital de Salamanca ha sufrido un aumento de casos de bronquiolitis entre los más pequeños. Si bien es cierto que con la llegada del frío florecen los virus respiratorios entre la población, tales como el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), este año la situación ha cambiado.

Generalmente es entre noviembre y diciembre cuando se produce el pico de bronquiolitis entre los pequeños salmantinos, pero este año la patología se ha adelantado varias semanas. Algo que, aunque esperado en cierto modo, sorprende a los pediatras del Hospital Universitario de Salamanca. Precisamente, el Jefe de Pediatría, el Doctor Eduardo Consuegra, explica a este medio de comunicación que “no esperaban que ese adelante fuera tan grande”.

“En Salamanca por lo general, el pico de la bronquiolitis ocurre históricamente en la segunda semana de diciembre, esta epidemia viene siempre de sur a norte”. Sin embargo, desde la aparición de la Covid 19, la situación es diferente. “Después de la Covid ha habido un cambio en el comportamiento de los virus”.

En este sentido, en el Hospital de Salamanca hay más de 14 menores ingresados por bronquiolitis. “Ahora mismo más de 14 ingresados por bronquiolitis derivada del VRS, además de esos tenemos a otros menores con bronquiolitis provocadas por otros virus (rinovirus, arenovirus, metovoronivurs…”), añade el Doctor.

Síntomas ante los que estar alerta

“Lo más importante es tener en cuenta que este virus respiratorio a los adultos nos va a dar un catarro, pero poder ser muy grave en niños más pequeños, en especial en menores de tres meses o 2 años. Puede sufrir una enfermedad respiratoria de importancia. Los síntomas que hay que vigilar en especial es la respiración, ya que estos niños comienzan a respirar rápido y además con lo que llamamos trabajo respiratorio. Les miras y ves que las costillas se hunden, y a veces también se ven unos movimientos entre el tórax y el abdomen. Lo mismo pasa encima del esternón, se hunde cuando respiran y además los niños tienen aleteo nasal, las alas de la nariz se abren intentando buscar más aire. Esos son los signos muy importantes y cuando pasa eso hay que ver al niño y llevarle al pediatra o incluso, si tiene dificultad respiratoria, llevarle a urgencias es mejor”.

Formas de prevención

“Aconsejamos que a los niños muy pequeñitos no es momento de llevarlos a casa de alguien que tiene catarro, porque la posibilidad de que lo pillen es muy alta, hay que extremar las medidas de higiene”. Sin embargo, “es muy difícil controlar el contagio respiratorio”.