El escritor extremeño, afincado en Béjar, ha vendido más de 3000 ejemplares y próximamente participará en un programa de televisión para hablar sobre este crimen.
Más de 3.000 ejemplares ha vendido Luis Roso de su libro "El crimen de Malladas. Por vuestra boca muerta". La presentación en Béjar no es la primera del quinto hijo literario de este escritor natural de Moraleja (Cáceres) y afincado en la ciudad, sino que es una cuenta más del rosario de actos que están llevando esta historia que ocurrió en 1915 a distintas poblaciones del territorio nacional. El éxito se mide en cifras: la segunda edición acaba de salir a la calle tras solo un mes de su puesta de largo.
El viernes 4 de noviembre, acompañado por el escritor y profesor Pedro Ojeda Escudero, tuvo lugar en el convento de San Francisco de Béjar una charla distendida acerca de los detalles de este truculento caso que se produjo en la finca de Malladas de la provincia de Cáceres, cerca precisamente de Moraleja. Cinco cuerpos se encontraron en la casa principal de la finca una noche de fiesta. Habían sido muertos a hachazos, dos mujeres, dos niñas y un hombre de clase social humilde, y herido un niño de tan solo 4 años.
Enseguida se buscó y encontró a los culpables: cinco jornaleros que en ese momento se encontraban trabajando en Morasverdes (Salamanca). Tras un juicio totalmente irregular, basado en unos falsos argumentos construidos para la ocasión, fueron condenados a cadena perpetua. Una historia que hubiera acabado ahí, en ese punto de injusticia, caló entre los políticos del momento, empezando por Miguel de Unamuno e incluso llegó al congreso. La diatriba puso en jaque el sistema político caduco y decadente de la Restauración.
Un tupido velo de silencio y conformismo cayó sobre la historia de tal manera que nadie en el pueblo recordaba sino datos inconexos y sesgados de lo que ocurrió. Hace unos años Luis Roso dio con ella por casualidad, pero, así de primeras, no podía ser más que carne de artículo. Sin embargo, un tiempo después el relato de los hechos apagados por el paso del tiempo, y quién sabe qué más, le asaltaron de nuevo y se juró a sí mismo que tenía que poner voz a los implicados, tanto a los muertos como a los condenados injustamente en un ejemplo más de la falta de derechos de una clase social humilde sin horizontes.
Luis Roso contó en este acto organizado por el Centro de Estudios Bejaranos su proceso de investigación, sus dudas acerca de cómo construir el relato de los hechos y sus hipótesis de quién pudo estar detrás de esta pantomima. Animado por Pedro Ojeda Escudero, narró sus peripecias a la hora de extraer el meollo documental y de historia oral que ha plasmado en este libro de género híbrido entre ensayo, crónica y novela editado por Alrevés. Y que va más allá de una historia truculenta de la España Negra.
En el acto estuvieron presentes el alcalde de Béjar, Antonio Cámara, la presidenta del Centro de Estudios Bejaranos, Josefa Montero García, varios concejales del equipo de gobierno y de la oposición, y miembros del Centro de Estudios Bejaranos.