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"La familia y el entorno son parte de la solución cuando los menores abusan de sustancias"
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María Jesús Justo, psicóloga de Cáritas

"La familia y el entorno son parte de la solución cuando los menores abusan de sustancias"

Actualizado 02/11/2022 12:24
Redacción

Programas como Lazarillo ofrecen gratuitamente a los jóvenes y a las familias la posibilidad de intervenir cuanto antes ante el consumo de drogas

Quizás todo comience con el tabaco, luego se den pasos hacia el alcohol, el cannabis y otras sustancias. Ocurre un día, luego otro. Es posible que vengan consumos abusivos y eventualmente, pudieran entrar en otra fase, la etapa las adicciones. Por ello es fundamental detectar a tiempo “el malestar adolescente” y proteger a la población juvenil para que no traspasen ciertos umbrales.

Castilla y León cuenta con instituciones y programas preventivos que pueden ayudar a los jóvenes y a sus familias a superar situaciones de este tipo, y en Salamanca uno de estos recursos es el programa “Lazarillo”. Una iniciativa de Cáritas Diocesana de Salamanca para enfrentarse a un asunto “delicado y doloroso” dentro del seno familiar. Saber sobre ello puede servir para alertar a los padres y en ese sentido, la psicóloga María Jesús Justo Nieto, responsable de este programa dentro de la institución social, habla con SALAMANCA AL DÍA.

Lazarillo de Cáritas Diocesana de Salamanca

El programa de Prevención Familiar Indicada Lazarillo es una iniciativa para intervenir y acompañar al joven y a la familia ante el uso o abuso de drogas, en el que coinciden otros factores de riesgos, como fracaso y absentismo escolar, conflictos en el seno del hogar, problemas judiciales y administrativos, riesgos de adicción comportamental como el abuso de las nuevas tecnologías y juego patológico. "El proyecto tiene como objetivo reducir el consumo que tienen adolescentes, jóvenes entre 12 y 21, que consumen sustancias, normalmente hablamos de tabaco, alcohol y cannabis. Esas son las tres más consumidas; y normalmente, es un policonsumo. Es decir, que es raro que venga un chico solo consumiendo porros”, explica María Jesús.

Además, se han detectado consumos de sedantes, incluso antes de la pandemia, que a día de hoy se mantienen, “no ha sido lo habitual, pero sí que es verdad que a raíz del confinamiento se ha dado en gente joven un aumento del consumo de sedantes. De hecho, la última encuesta escolar, el Plan Nacional sobre Drogas, también lo refleja, hay datos del 2021, donde ya se ve un aumento del consumo de sedantes por parte de los jóvenes”.

Apoyos familiar y social

“Al trabajar con menores es fundamental que la familia esté, los acompañe, primero porque tienen que estar tutelando a esos menores, y porque tienen, también, que facilitarnos el consentimiento. Son parte de la solución del problema, de la terapia sistémica; porque es como digamos la contención que necesitamos dónde el joven puede encontrar los factores de protección que le van a ayudar a salir”, afirma la psicóloga de Cáritas Salamanca.

No obstante, en este proceso "también tenemos que trabajar con el ámbito escolar, porque en él podemos encontrar muchos factores de protección que les pueden ayudar; en el ámbito del ocio, tiempo libre, es decir asociaciones, entidades deportivas de tiempo libre donde pueden encontrar factores de protección que ayuden; entonces al final trabajamos mucho con la comunidad, con todo lo que pueda ayudar. El foco es el joven. Es el objetivo del programa”.

Objetivo: reducir el consumo

Los propósitos de esta iniciativa están concentrados en reducir el consumo, promover la abstinencia y, sobre todo, favorecer los factores de protección, de manera que el éxito no sólo sea el abandono del consumo sino también que culminen los estudios o se inserten en el mercado laboral. "Cuando ellos consiguen mantenerse en toda esa parte escolar o laboral, que son la mayoría, siempre decimos, que una de las cosas que cambian, es la comunicación en la familia. El incorporarse y mantener bien los estudios o bien, la formación laboral y encontrar un trabajo, son dos aspectos que los consideramos como un éxito del programa, porque ellos cambiarán su manera de estar en su tiempo libre, estarán ocupados con una actividad y consumirán menos”, apunta la profesional de Cáritas.

En el caso del consumo abusivo de bebidas alcohólicas, señala la necesidad de “trabajar en cómo se gestiona el ocio y tiempo libre, porque es un tema de fin de semana, no es un consumo diario. Si fuera un consumo diario de alcohol estaríamos hablando de que probablemente es una dependencia, y tendríamos que derivar a un recurso de tratamiento de alcohol, pero estamos en un programa de prevención".

Nuevos tiempos: nuevos abusos

También hay otro tipo de trastornos en los que no intervienen sustancias, por ejemplo, el juego patológico, “en adolescentes estamos hablando de adicciones sin sustancia o adicciones comportamentales, ahí se englobaría el mal uso de las nuevas tecnologías que ya no son tan nuevas, del móvil, del pasar mucho tiempo con vídeo consolas, vídeos juegos. También cuando hablamos del juego patológico, este suele estar más vinculado con adultos y lo que ha sido incluido recientemente en la clasificación del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) es el juego a través de internet”.

En el caso de los chavales, los padres deben estar atentos “al uso abusivo que pudieran hacer del móvil, de las consolas, de los vídeo-juegos; pasan mucho tiempo vinculados a internet. Son chicos que normalmente por la noche se acuestan muy tarde, duermen muy poco, porque pasan mucho tiempo con el móvil, bien chateando, bien hablando con amigos o viendo series, redes sociales”.

En caso de que se detectara esta conducta durante el proceso de acogida en el programa, indica María Jesús Justo Nieto, “si no tienen consumo de sustancias lo tendríamos que derivar a salud mental, al SACYL, pero si la persona o el joven que viene al programa tiene un consumo de una sustancia que puede ser cannabis, tabaco, alcohol y además, tiene una problemática con el móvil, por ponerte un ejemplo, sí podemos trabajarlo desde el programa”.

“Dialogar, no solo prohibir"

Las acciones son muy similares a trabajar con una sustancia, hay que conocer las circunstancias que propician el abuso, "es muy importante preguntarse por qué razón esa persona está usando el móvil, cuál es la dificultad que puede tener, y trabajar con la familia como se trabaja con el tema de las sustancias en el establecimiento de determinadas normas y límites con ellos. No somos muy partidarios de la retirada del dispositivo, porque a veces eso puede generar mayores problemas”.

Desde el programa Lazarillo se recomienda trabajar con las familias en el sentido de que los padres deben formarse en el tema, además saber qué páginas ven los chavales y, sobre todo, “dialogar, no solo es prohibir, retirar, sino vamos dialogar sobre cómo usarlo, los riesgos que pueden encontrarse en el uso de nuevas tecnologías, desde una comunicación que establece tiempos y espacios”.

Programas como Lazarillo ofrecen gratuitamente a los jóvenes y a las familias la posibilidad de intervenir cuanto antes en situaciones caracterizadas por el abuso de sustancias. El actuar tempranamente previene enfermedades futuras que afectan la salud mental y brindan una oportunidad a las familias y a la sociedad para atajar a tiempo una posible adicción. Como concluye María Jesús Justo Nieto “la prevención nada a contracorriente, sobre todo en el contexto social de consumo en el que nos encontramos, de búsqueda constante de placeres inmediatos, del hedonismo; la normalidad de determinados de consumos que también tenemos en la sociedad, ya que el consumo de alcohol y de cannabis se van normalizando cada día más".

Más información en:

  • Centro de Día, tratamiento y prevención de Drogodependencias de Cáritas Salamanca, calle San Claudio, 16 37007 Salamanca
  • Tel: 923 27 00 41 (Centro de tratamiento). Tel: 923 27 10 40 (Centro de día). Tel: 699 46 82 02 (Prog. Lazarillo)
  • E-Mail: [email protected]

Carmen Sanchis