Las consecuencias del ‘gas de la risa’: desde estados de euforia hasta una muerte súbita

El óxido nitroso, comúnmente conocido como ‘gas de la risa’, es una droga que se inhala y que cada vez está ganando más popularidad entre los jóvenes del mundo. Es más, en los últimos meses ha habido fallecimientos en nuestro país por esta causa, la última víctima una joven de 16 años de Toledo. Para conocer más detalladamente esta sustancia y cómo afecta a la salud, SALAMANCArtv AL DÍA ha hablado con el Dr. Miguel Ángel Hernández Mezquita, neumólogo del Hospital Universitario de Salamanca.

Este óxido nitroso se ha usado tradicionalmente para la sedación y el alivio del dolor como anestésico en intervenciones menores. También se emplea como aditivo alimentario en repostería para dar consistencia a los postres o en los sprays de nata y en la industria del automóvil para mejorar el rendimiento del motor. “Pero fuera del uso profesional es cada vez más habitual que sea empleado como droga de uso lúdico por su efecto euforizante, pues a bajas dosis produce sensación momentánea de euforia en quien la consume”, explica el doctor.

En este sentido, es fácil acceder a este tipo de gas. “En algunos ambientes se ha puesto de moda comprar estos sprays de nata o botes de gas alimentario e inhalar el gas. Algunos lo inhalan directamente del dispositivo, otros llenan globos con él para facilitar el consumo”. Sin embargo, hay otras formas de consumirlo. “Lo más habitual es vaciar el contenido del envase metálico adquirido en un globo y posteriormente colocar la punta del globo en la boca e inhalar el gas aguantándolo en los pulmones durante unos segundos”, detalla.

Los efectos son inmediatos, el más rápido en bajas dosis es favorecer una sensación de euforia. Sin embargo, si se excede de una determinada dosis “puede producir otros efectos negativos como mareos, risas incontroladas, alucinaciones, desorientación espacial y temporal, reducción de la sensibilidad al dolor y pérdida de memoria. Así mismo, el consumidor puede sentir entumecimiento del cuerpo, sensación de flotación, percepciones distorsionadas, dificultad para vocalizar y, con menos frecuencia, descoordinación, visión borrosa, confusión, debilidad o espasmos musculares. La exposición al óxido nitroso puede desatar episodios tanto de euforia como de disforia, reduciendo el rendimiento mental, la capacidad audiovisual y la destreza manual. a corto plazo. En los casos más graves se podría llegar a producir hipotensión, hipoxia por falta de oxígeno, infartos de miocardio o la muerte súbita”.

Los efectos del consumo puntual de óxido nitroso no son prolongados y hay que destacar que usado como anestesia por profesionales se considera inofensivo. Sin embargo, su uso recreativo a dosis superiores a las toleradas por una persona “es peligroso y puede producir los efectos descritos en las preguntas anteriores”.

“Esta droga puede producir depresión del sistema nervioso central”

“El gas de la risa se elimina muy deprisa y no deja rastro en el organismo. No puede detectarse en los análisis de sangre ni en los de orina”. Cuando se consume de manera reiterada puede provocar una serie de consecuencias como déficit de vitamina B12, lo que a su vez puede provocar anemia por alteración en la médula ósea. También se han descrito casos con síntomas neurológicos como debilidad o entumecimiento de las extremidades, espasmos musculares, depresión, psicosis o dependencia psicológica.

En el aparato respiratorio el abuso de esta droga “puede producir depresión del sistema nervioso central y, como consecuencia de ello, hipoventilación, hipoxemia o insuficiencia respiratoria”, detalla el doctor Hernández Mezquita. “Los principales riesgos de seguridad del óxido nitroso en las vías aéreas provienen del hecho de que si no se utilizan globos y se inhala directamente el gas a través del bote metálico podría congelarse la boca o producir quemaduras en las vías respiratorias, porque es un gas licuado comprimido que puede salir disparado y provocar lesiones. Además, al inhalar directamente gas de un bote también existe riesgo de broncoespasmo y asfixia”.

Las consecuencias “no tienen nada que ver” con los efectos de un fumador de tabaco o de ‘vapers’, ya que “ni el tabaco ni el vapeo producen euforia, pero en cambio producen adicción a la droga nicotina que contienen”. Cabe destacar que este gas “no está demostrado que produzca adición, pero produce sus efectos euforizantes y neurosensoriales”.

Cabe destacar que por datos de hospitales de Londres y de Barcelona, donde esta sustancia es consumida con mayor frecuencia, no parece sea un problema frecuente en los servicios de urgencias. “Las veces que se registra un caso de intoxicación por el gas de la risa es porque o el paciente o sus acompañantes han confirmado el consumo de esa sustancia, porque los síntomas que produce no son exclusivos y también pueden ser compatibles intoxicaciones por otras drogas o por otras enfermedades”.

Finalmente, el doctor destaca que “es necesario concienciar a los jóvenes de los riesgos de esta sustancia”.