Viernes, 29 de marzo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Tarde de agua, taberna o fragua
X

Tarde de agua, taberna o fragua

Actualizado 24/10/2022 17:50
Charo Alonso

Oficios del arado y la reja que se afila en la fragua, el calor nos convoca en tardes de lluvia que cae sobre las presas vacías y lunares y la tierra que, al poco rato, nos regala el brote tierno de hierba. Es el don de octubre, la cálida caída del agua milagrosa, la caricia necesaria de la lluvia que desmorona el precario equilibrio de la intemperie. Se mojan los gatos de la calle que se sacuden con indiferencia el pelaje enhiesto y las gotas horadan el refugio de los que no tienen más abrigo que el cartón empapado, la manta pútrida, el plástico colocado, pared de la nada.

A la pasarela de hierro le ha salido una telaraña de cajas vacías, muros inseguros, agujero en el que refugiarse de la desidia. Y ese cuidado de construcción precaria, de inseguro campamento de la nada, no tiene nada que hacer contra la lluvia que todo lo desordena con su generosa y constante caída de otoño. El viento lleva la esperanza del abrigo y la humedad cala hasta los huesos. El frío seco aún no llega con su afilado estilete de noche rasgando las carnes de los que duermen afuera, pero es la humedad la insidiosa que abraza en medio del refugio precario, de la casita levantada con tesón de plástico y cartón.

Pasean por el descampado los perros bien alimentados que duermen en camas de amor y calor, los dueños entregados, los corredores de brillantes colores. Y ahí bajo la estructura geométrica que salva las vías, duerme la esperanza de un rincón propio. Los madrugadores pasamos con la prisa de los días, la energía de las mañanas, y los camiones, puntuales en su carga, abren el portón del supermercado que se llena de sustento cada jornada. Es el ritual que ora y labora al paso de nuestra prisa y de su descanso bajo la estructura sólida de lo precario. Nosotros hacemos ruido sobre la plancha de hierro, ellos se refugian debajo. El perro hace un amago de acercarse a la pared de plástico asegurada con piedras y el dueño le llama, considerado. Nos respetamos todos en esta danza de las mañanas y los coches pasan pisando los charcos, el autobús cargado de sueño y ojos que no ven porque aún están en el sueño de los estudiantes, en el de los que van a su trabajo sacudiéndose las legañas.

Día de lluvia y de paraguas que se choca en las calles del centro donde todo nos sobra y entramos en el calor del bar a calentar la mano que se moja con la taza que consuela. Tarde húmeda con ansia de casa y de fragua a la luz que nos convoca, lumbre diaria de lo nuestro. Sin embargo, qué frío sideral ahí bajo el hierro de los pasos, libertad infinita de todo lo que falta.

Fotografía: Fernando Sánchez Gómez.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.