El camino contaba con guías que fueron ofreciendo diferentes muestras de la profundidad de este camino, alejado de las grandes rutas
La Asociación de la Cuna al Sepulcro, Ruta de Santa Teresa, llevó a cabo el pasado sábado 22 la primera “Ruta Consciente”, desde Narrillos de San Leonardo hasta Cardeñosa (provincia de Ávila), un trayecto de 7,3 kilómetros que completaron con éxito.
La lluvia dio tregua a los 22 peregrinos que participaron en esta Ruta Consciente de la mano de Aurora Fraile, que lideró la actividad con la charla/taller: “Escribiendo nuevos caminos en la Ruta Teresiana”. Los peregrinos que participaron procedían de Salamanca, La Vellés, Zamora, Valladolid, Mancera de Abajo, Calzada de Valdunciel y Macotera, entre otros, y vinieron atraídos por la idea de caminar y aprender sobre cómo hacerlo de forma consciente.
Durante casi dos horas de camino, Aurora Fraile guió a los peregrinos hasta Cardeñosa, realizando dos paradas durante el trayecto para desarrollar varias dinámicas: “Al igual que Teresa de Jesús, la figura que inspiró este camino, todos seguimos un camino, hoy físico pero en nuestro día a día, uno inmaterial. Es importante que, como ella, sepamos que durante el camino vamos a encontrar obstáculos y creencias que nos van a limitar y a dificultar. Para ello es necesario aprender a ser conscientes y a reconocer las emociones que nos acompañan¨.
La Asociación de la Cuna al Sepulcro, decidió organizar en esta ocasión una ruta un poco diferente a las que acostumbra, con el fin de “dar a conocer la misma entre un público que aún no nos conoce”, según explica la técnico de turismo de la Asociación, Ester Orgaz. “Esta ruta tiene algo que la diferencia de otras más grandes y conocidas y que la hace realmente única: La calma. En los tiempos que vivimos de tanto ruido y constantes estímulos externos, tener una ruta como esta tan cerca es una muy buena oportunidad para conectar con uno mismo y alejarse de todas aquellas cosas que interfieren en nuestro día a día”.
A la llegada a Cardeñosa, los peregrinos pudieron reponer fuerzas en el Bar “El Paso” y posteriormente, visitaron el Centro de Interpretación del Castro de las Cogotas. Allí aprovecharon a sellar su credencial del peregrino, el primer sello de los restantes que quedan para completar esta Ruta Teresiana de la Cuna al Sepulcro.