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El Albergue de Fuenterroble de Salvatierra da posada a 'Nebrija'
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El Albergue de Fuenterroble de Salvatierra da posada a 'Nebrija'

Actualizado 26/09/2022 10:50
Redacción

Continúa con éxito la gira provincial para dar a conocer la vida y obra del gran humanista y gramático español

El "Albergue de Peregrinos" junto a la iglesia gótica de Santa María la Blanca (S.XV) de Fuenterroble de Salvatierra, acogió esta singular obra de Denis Rafter “Buscando a Nebrija” con la que el grupo Lazarillo de Tormes continúa recorriendo la geografía salmantina, dando a conocer la vida y obra del gran humanista y gramático español por el V Centenario de su fallecimiento, con el apoyo del Área de Cultura de la Diputación de Salamanca.

Fuenterroble, donde cualquier caminante o peregrino siempre encuentra posada o descanso, supo acoger con la generosidad y entrega que le caracteriza a un Nebrija viajero, caminante infatigable en su tiempo, que llevaba el saber y todo su conocimiento para combatir la barbarie reinante cinco siglos atrás. En sus últimos años como docente en la Universidad de Salamanca, vivió el rechazo de sus propios compañeros y abatido y desolado sufrió el destierro de esta ciudad a la que tanto había dado y que tan ingratamente le había tratado, asegurando no volver ni vivo ni muerto. Su vida fue una continua peregrinación, tanto en sus años de estudiante en Salamanca y Bolonia, como en sus muchos de docencia en las más prestigiosas universidades de la época. Defensor de los derechos de la mujer, en un mundo de hombres, trabajó por dignificar al ser humano, la verdad y la justicia. Esta obra muestra a un Nebrija desconocido por una gran mayoría de nuestra sociedad y a otro criticado, odiado o querido por la de su época.

Como Nebrija, transeúnte por la Ruta de la Plata, el párroco de Fueterroble, Blas Rodríguez da acogida en su Albergue a todo el que hace una parada, un alto en el camino del que recorre esta afamada ruta.

Cada puesta en escena de esta obra es única, como únicos son cada uno de los espectadores que a ella acuden. La música y canciones de Juan del Encina, el vestuario, las diferente técnicas dramáticas y una estupenda interpretación, arrancaron los aplausos de los asistentes con los que agradecieron el buen hacer de Lazarillo de Tormes que supo agradecer igualmente al pueblo y al padre Blas tan maravillosa acogida, respuesta y posada.