La mayor hazaña náutica de la historia está celebrando su V Centenario. Hace 500 años, el 6 de septiembre de 1522, llegaba a Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), la nao Victoria, comandada por Juan Sebastián Elcano, con los 18 marinos que consiguieron culminar la primera vuelta al mundo y que sirvió, entre otras muchas cosas, para demostrar, por primera vez, la redondez de la Tierra. Una gesta solo comparable, por su importancia, con la del primer viaje a la luna. Un gran salto en la historia de la humanidad, en ambos casos.
Los españoles no somos muy dados a celebrar los grandes acontecimientos de la historia en los que hayamos sido protagonistas o partícipes. Pero vale la pena recordarlos y traer a la memoria colectiva el sacrificio y los parabienes que comportaron. Por eso, resulta acertada la Comisión Nacional para la conmemoración del V Centenario de la expedición de la primera vuelta al mundo de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano. Comisión creada por Real Decreto 582/2017, de 12 de junio, y al amparo de la cual se vienen celebrando los diversos actos conmemorativos de tal efeméride. Aún queda mucho por investigar sobre la gesta de la primera vuelta al mundo, pero está confirmado que fue una de las hazañas más importantes de la historia de la humanidad y de la que los españoles pueden sentirse orgullosos.
No es tarea fácil abordar aquí, por la limitación de espacio, la gran hazaña que supuso la primera vuelta al mundo. Y no lo es por las numerosas implicaciones y cantidad de aspecto que conlleva. Por eso, en estas breves líneas y para mejor hacerme entender con los lectores, me limitaré a señalar, de forma resumida, tres aspectos fundamentales: la sociedad del siglo XVI y las motivaciones existentes para que se organizara la expedición naval; el viaje en sí mismo, con sus crónicas, mitos y realidades; las consecuencias que este viaje épico trajo para el devenir histórico del mundo. El contenido se hará en dos entregas, esta la primera (I).
El maravedí fue la moneda española entre los siglos XII y XIX. La expedición de Magallanes y Elcano costó siete millones y medio de maravedíes, una auténtica fortuna que pone de manifiesto el potencial de este gran proyecto. Según Carmen Iglesias, directora de la Academia de la Historia y conocida personal, la gesta fue financiada en su totalidad por España. La monarquía española, entonces básicamente el reino de Castilla, pagó el 75% y el 25% restante lo pagó Cristóbal de Aro, persona de mucho poder económico. Lo que deja fuera de toda duda la españolidad íntegra de la primera vuelta al mundo, autoría solo cuestionada por unas declaraciones de un historiador portugués hechas en 1941, de las cuales se hizo eco en 1974 un historiador anglosajón.
La expedición marítima fue capitaneada por Fernando de Magallanes hasta su muerte y culminó al mando de Juan Sebastián Elcano, tras completar la primera circunnavegación de la Tierra en la historia. La flota estuvo compuesta por cinco naves, con 239 hombres, entre ellos los dos citados (la cifra exacta no se conoce, unos hablan de 237 y otros llegan hasta los 250) Al mando de la nao Trinidad, buque insignia de la expedición, iba el portugués Fernando de Magallanes.
Juan Sebastián Elcano, junto a los otros 17 marineros sobrevivientes, de los 239 que partieron desde España, consiguieron llegar con la nao Victoria a Sanlúcar de Barrameda, después de tres años de navegación. Habían recorrido casi 80.000 kilómetros y navegado los dos océanos más extensos de la tierra. Una excepcional hazaña al ser los primeros navegantes en dar la vuelta al mundo en un sólo viaje, atravesando mares y océanos, combatiendo tempestades y resistiendo enfermedades, hambre, frío, violencia, ataques indígenas y hostigamiento de portugueses. Una auténtica hazaña de resistencia humana y una gesta histórica.
La armada se hizo a la mar el 20 de septiembre de 1519, saliendo del puerto de Sanlúcar de Barrameda (sur de España) con el objetivo de alcanzar oriente, yendo por occidente y regresar por el mismo camino. Ningún miembro de la tripulación era consciente de la dureza del viaje ni de las repercusiones que este tendría. Sin saberlo, los 18 supervivientes (desgraciadamente entre ellos no estaba Magallanes) se convertirían en los primeros humanos en dar la vuelta al mundo, un hito que cambió el curso de la historia.
Por aquel entonces, Portugal y España se disputaban el control del comercio. Portugal controlaba la ruta conocida hacia el oriente a través del cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África. España buscaba una ruta por el oeste que no entrara en conflicto con la ruta portuguesa. De ahí que le encajara la idea y objetivo de Magallanes de llegar, por la ruta oeste, a la especiería o islas Molucas, situadas en el archipiélago indonesio, y a sus riquezas. Hay que tener en cuenta que las especias eran como el oro de la época. Era lo mismo que había pretendido Cristóbal Colón unos años antes, cuando se encontró con el continente americano. Magallanes pensó que podría llegar mucho más rápido a aquella región viajando en la dirección opuesta, alrededor de la punta de América del Sur, a través del recién descubierto Océano Pacífico.
La idea de Magallanes fue rechazada por Manuel I, rey de Portugal, porque aquel país dominaba plenamente la ruta al oriente, no tenía sentido montar otra por occidente. Pero para España sí tenía mucho interés, por lo ya dicho, y la acogió entusiastamente. En síntesis, el proyecto de la expedición consistía en navegar alrededor del Cabo de Hornos, cruzar hasta las islas Molucas, tomar y embarcar un cargamento de especias y regresar por la misma ruta, reclamando para España aquellas islas, tras el viaje.
Hemos de tener presente que, en 1494, España y Portugal, eran las grandes potencias de la época, junto con Francia e Inglaterra. Con la mediación y venia del papado, llegaron a un acuerdo de repartirse el mundo por el “Tratado de Tordesillas” (Valladolid) Según dicho tratado, Portugal se quedaba con las zonas conocidas y España, básicamente Castilla, con los territorios y mares desconocidos y llenos de incertidumbres que, tras la primera vuelta al mundo, significarían como un 65% del total del globo terráqueo. Magallanes estaba convencido de que las islas Molucas habían quedado dentro de la esfera de influencia castellana y, por tanto, podrían tomar las especias y traerlas, sin problemas, por la zona de navegación asignada y de influencia castellana, según el citado Tratado. Pero fue un error de cálculo que trajo malas consecuencias para la expedición.
De aquel viaje épico tomó el nombre de “Juan Sebastián de Elcano” el Buque Escuela de Guardias Marinas de la Armada Española, cuyo capitán de máquinas, Juan Pardo, me honró con una metopa, como recuerdo de su “V Vuelta al Mundo”.
Estimado lector, continuaremos con la segunda parte (II) el próximo sábado, hasta entonces, les dejo con Amalgama Folk y su obra “Circumterra. Primera Vuelta al Mundo” :
© Francisco Aguadero Fernández, 9 de septiembre de 2022
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