, 22 de diciembre de 2024
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Galache vuelve a deleitar al público en el desenjaule
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TRADICIONAL FESTEJO EN LA GLORIETA

Galache vuelve a deleitar al público en el desenjaule

Actualizado 08/09/2022 22:24
Fermín González

La divisa de 'Hernandinos' triunfa en el desenjaule gracias a un impecable encierro. Gustó también la novillada de Palla. El Puerto fue recibida con indiferencia y Garcigrande despertó algunas protestas.

Si bien es verdad, que pasaron aquellos tiempos tantas veces evocados, en que por las calles y avenidas que conducían a las plazas de toros, se llenaban de curiosos, para ver el ir y venir de los concurrentes al coso taurino, que ya de por si constituía un agradable, bullicioso, alegre y pintoresco espectáculo que dejaba constancia, que nadie era ajeno, ni podía sustraerse a una tarde de toros. El gentío tomaba posiciones en puntos estratégicos de las calles, balcones y aledaños de las puertas de cuadrillas para ver y al ser posible cruzar la mirada, sonrisa o el saludo del matador del matador más o menos ídolo o figura, que lograba adueñase de su atención. Era aquel un arte de ese espectáculo gratuito, callejero, tan vistoso, tan alegre y tan simpático. Es por tanto verdad, que la fiesta de los toros, además de incertidumbre, seriedad, cogida y grito angustioso, nos ofrece vistosos momentos que captan la bondad, la luz, el colorido y no pocas veces la auténtica alegría.

En esta feria próxima a comenzar, hemos arrancado con el tradicional desenjaule, en otro tiempo, era un acontecimiento muy importante, y al que se acercaban con un lleno espectacular en sus tendidos. El desenjaule o desencajonamiento de parte de las reses que se van a lidiar en la Feria, ha sido siempre el primer festejo con el cual se abría la cortina, que daba paso, a espectáculos mayores en la plaza de toros de la Glorieta, y se caracterizó siempre por ser festejo muy popular, y bien acogido; sobre todo por las gentes de la provincia, y también por los barrios de la ciudad, dándose un día de descanso después de tanta labor campesina. Por ello la plaza generalmente era, (hoy menos) un hervidero de gentes que venían a presenciar dicho evento con el fin de elegir entre las corridas, que saltaban a la arena, las de mejores hechuras, las más que se mostraban más codiciosas, más igualadas, en definitiva, era una muestra del sugestivo empaque o trapío de las reses, para aquellos que pasarían por taquilla.

Pues, en esto estábamos, cuando anunciaron la primera a desencajonar, de Antonio Palla, novillada de buen ver, cómoda equilibrada de romana reunida y armónica, muy pareja equilibrada de romana y buenas hechuras, lo que se decía en otro tiempo una novillada “guapa”, que se fue muy aplaudida a los corrales.

Garcigrande fue la segunda corrida enseñada, a la concurrencia; si bien es verdad que la corrida fue un paso menos, de lo esperado se vieron todos de excelente trapío, finos de cabos cómoda de cabeza o sea “made in Juli”, justa de romana toda de capa negra y que no tuvo la mejor respuesta de los parroquianos, y se fue entre protestas a los corrales.

La tercera en pisar el ruedo de la Glorieta, fue la corrida del Puerto San Lorenzo, una corrida sin brillo apática muy en Atanasio, un tanto desigual, que no terminó de gustar y, se debatió entre la división de opiniones.

Esta vez no ocurrió. La corrida, en cuanto a toros que se quería presenciar, era la de Galache en su vuelta a la Glorieta- y a punto estuvo de nuevo de malograrse un toro tras un choque fulgurante y toricidia pero se repuso el berrendo del tremendo testarazo los toros de sangre muy caliente, y esto es lo que causa revuelo y frenesí en los asistentes, y presenciamos una corrida en el tipo del encaste Vega – Villar, pequeño de cuerpo pero vivos y de afilados pitones, variados de capa, toro reunidos de variada capa en los berrendos en negro y colorao, se retiró muy aplaudida diría yo, que fue la que más se ovacionó, junto con la novillada… ya veremos, si la afición sigue con ánimo y esperanza que en la arena de la Glorieta luzca el toreo de verdad y sin etiquetas.

FOTOS: MIGUEL HERNÁNDEZ Y PABLO ANGULAR