Saber y humanismo español con la obra teatral 'Buscando a Nebrija' de Denis Rafter

Hasta Colmenar de Montemayor, en las estribaciones de la Sierra de Francia y ubicado entre los desfiladeros que forman los ríos Cuerpo de Hombre y Sangusín, se desplazó el grupo teatral Lazarillo de Tormes la tarde del primer viernes de septiembre para poner en escena la obra 'Buscando a Nebrija', siendo ésta su representación número 82.

El topónimo de Colmenar podría tener su origen en un asentamiento numeroso de colmenas en el entorno, hecho que habría dado nombre a este pueblo. En su iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, donde sorprende su retablo, los colmenarejos disfrutaron de esta obra que muestra el humanismo y la sabiduría de Elio Antonio de Nebrija, su gran formación académica y su enorme espíritu de lucha que, a pesar de los tropiezos que propicia la condición humana, le hicieron aunar distintos estamentos para recorrer el camino a la libertad e igualdad que da la educación. A Nebrija le debemos que gracias a su trabajo sobre la lengua castellana como una lengua superior, surgieran obras maestras de la literatura del Siglo de Oro como La Celestina o El Quijote.

Seguida por numeroso público, esta obra hace disfrutar a los espectadores con cada una de sus variadas técnicas dramáticas, desde lo cómico al drama, desde lo grotesco a lo irónico que a través de la música de Juan del Encina, interpretada en directo, hacen que el público se entregue de principio a fin, atentos y agradecidos con el buen trabajo del grupo Lazarillo de Tormes, ovacionado calurosamente por los que se acercaron a presenciar este montaje que, con el apoyo de la Diputación de Salamanca, cuenta cada vez con más adeptos. El humor e ironía, la fuerza y el rigor ayudaron a que el público, que llenaba la iglesia, se sintiera partícipe en esta obra que, volviendo atrás en el tiempo, les hizo disfrutar de la magia del teatro.