El Cid hace afición en Villavieja de Yeltes
La presencia del matador no ha pasado inadvertida y han sido muchas las personas que han querido saludarlo, aunque han sido los niños los que mayoritariamente se han llevado el autógrafo y dedicatoria en sus capotillos y fotografías
En la tarde-noche de ayer miércoles, 23 de agosto, y después de cortar dos orejas en su comparecencia en el festival de Lumbrales, el matador de toros Manuel Jesús ‘El Cid’ no ha querido tomar rumbo, hacia su próximo compromiso en Toledo, sin pasarse por su querida Villavieja de Yeltes para desearle a sus habitantes unas felices fiestas patronales que están a punto de comenzar.
Ha visitado su Plaza Mayor, reconvertida en un peculiar coso taurino lleno de sabor y solera, y allí mismo ha lamentado la “falta de empatía” por parte de la Corporación Municipal, tras rechazar la celebración de un festival para el que el torero se había ofrecido de forma gratuita en, como él mismo denomina a Villavieja, su "segundo pueblo", un festejo en el que formaría parte de un cartel estelar junto a Uceda Leal, Domingo López Chaves, Esaú Fernández y la novillera Raquel Martín.
Sobre la propuesta de este festival taurino con El Cid en el cartel, cabe señalar las explicaciones ofrecidas por el alcalde villaviajense, Jorge Rodríguez, en distintos foros a este respecto. La decisión ha sido argumentada en el coste que este festival supondría para el municipio, presupuestado en unos 25.000 euros, una cantidad que no sería financiada en su totalidad con los ingresos por la venta de entradas y carne de las reses. Tras el intento de los impulsores de rebatir este argumento, el Ayuntamiento les propuso realizar el festejo, para el que contarían con la cesión de la plaza.
Por otro lado, la prsencia de El Cid en Villavieja no ha pasado inadvertida, pues han sido muchas las personas que han querido saludarlo y comentarle lo que les hubiera gustado verlo hacer el paseíllo en la plaza de toros de Villavieja.
Pero han sido los niños los que más ‘tajada’ han sacado de esta visita de El Cid, llevándose el autógrafo y dedicatoria en sus capotillos y fotografías junto al maestro de Salteras.
La clase, humildad y simpatía que le caracterizan, son las que le han hecho marcharse con una gran sonrisa y con la esperanza de que quizá algún día pueda cumplir su ilusión de torear ante ‘sus paisanos’ villaviejenses.