"Eladio siempre fue un ejemplo de lucha y valentía, un soñador nato"

Estimada Señora Alcaldesa y toda la corporación municipal del Excelentísimo Ayuntamiento de Alba de Tormes, estimados vecinos de esta villa ducal y Teresiana, estimados amigos todos que os habéis acercado a participar de este acto, de forma particular saludar y felicitar a Don Mario Vercher Grau, protagonista también de este acto, y al que felicitamos por ser nombrado Hijo Adoptivo de la Villa.

En nombre de toda la familia de D. Eladio Briñón Rodríguez, a quien se le ha concedido el reconocimiento como Hijo Predilecto de la Villa a título póstumo: muchas gracias.

Fuimos sorprendidos gratamente cuando se nos comunicó esta iniciativa hace un tiempo y, más cuando en mayo, la propuesta es aprobada por el consistorio.

Este reconocimiento nos ha hecho volver a rememorar tantos momentos vividos por nuestro padre: acontecimientos importantes, gestos y palabras, conversaciones, hechos probados, etc.

Mucho de ello queda reflejado en los testimonios de quienes apoyaron esta iniciativa para que llegara a realizarse, pero no es el momento de reivindicar nada; ya queda patente en este reconocimiento por todo lo que supuso Eladio para hacer más fácil la vida de los vecinos de Alba de Tormes en los tiempos que le tocó vivir.

Queremos aprovechar este acto para dar gracias a Dios por su vida, él siempre dijo que Dios era mucho mejor pagador, viendo lo que había conseguido hacer en su vida, sobre todo en el ámbito personal, y utilizaba una expresión del Evangelio, y lo hacía siempre emocionado: “Dicen que el Señor da ciento por uno; a mí me ha dado el mil”.

Permitidnos contar una anécdota que puede resumir un poco cómo era Eladio: la familia era fundamental, le gustaba unida, manteniendo relación hasta con los primos más lejanos.

Pues bien, en 1987 realizó un viaje en coche familiar por Francia. París era una meta, pero nos demostró que, ¡era preferible ir a París a ver a su tía que visitar cualquier monumento! ¡Para una vez que va a París! Damos testimonio de que algún lugar no lo vio por querer saber algo de la familia, y traer noticias a los de aquí, por lo tanto: la familia. Las personas antes que cualquier cosa.

Eso sí, no se iba a ir sin ver el famoso Arco de triunfo. ¿Pero para qué esa obsesión? A toda costa quería ver allí, en el Arco más famoso del mundo, tallado en piedra, el nombre de Alba de Tormes. Emocionado y orgulloso cuando lo vio. Daba igual lo que significaba estar inscrito allí, pero figuraba el nombre de su pueblo. Habían pasado cinco años desde que dejó la alcaldía de esta villa, a la que quiso y dedicó tantos esfuerzos, a veces hasta sacrificando lo que decíamos era lo primero, su propia familia, (que se lo digan a su mujer, nuestra madre, Beni) para darse en cuerpo y alma a su tarea de servicio. Conocía perfectamente el percal de lo que es Alba de Tormes, él, que siempre presumió de haber nacido en la calle Manterola.

Y siguiendo con el periplo por el extranjero, se le removió el alma y no pudo contener unas lágrimas cuando vio la Basílica de Lisieux. “¿Por qué? -se preguntaba- ¿Por qué pueden tener aquí una Basílica rebosante y nosotros teniendo a la Fundadora no hayamos sido capaces?” Por Santa Teresa, lo que hiciera falta. Sabía muy bien lo que había luchado, siempre lo decía, junto a Don Florentino, por conseguir que el papa Juan Pablo II hiciese una visita a Alba de Tormes.

Para nosotros, después del día de la muerte de la Santa, creemos que es el más importante marcado en la historia de la villa.

Todo lo referente a la gran señora, como le gustaba llamarla, le embelesaba. ¡Con qué ilusión esperó los acontecimientos del Centenario del año 2014! Hasta había aprendido y conocía muy bien con el coro parroquial, el Himno oficial 'Maestra de la luz', pero no pudo disfrutarlo. Si todo empezaba en octubre, el mes de septiembre nos dejaba mientras la Marcha Teresiana estaba realizando su 34 edición, aunque estuvo pendiente de por dónde estarían el primer día.

La Marcha Teresiana irá unida siempre a él de forma especial. Cuántos descubrieron en ella que Eladio era todo corazón, quizás más por el paso de los años y contar con la ternura de quien es abuelo de diez nietos, que supusieron un regalo del cielo para él.

No sería justo terminar haciendo solo alusión a la familia, a su pueblo, a la Santa y a la Marhca Teresiana, sin decir nada del Patronato, ¡cuánto tiempo dedicado! Lo tenía bien aprendido de su padre. Nos extenderíamos mucho también con ello, pero ya está dicho.

Y quien más y mejor sabe de todo esto, que lo vivió en primera persona, fue su mujer, Beni, esposa, madre y abuela, la que le apoyó siempre y fue su confidente, queremos darle las gracias a ella también. Por quererle como fue. Nos quedamos con su alegría.

Este premio, desde la familia, es para ti, madre y abuela, pues como se dice en el momento del matrimonio: “de modo que ya no son dos, sino uno solo”. Está claro. Y decir que el detalle de dejarnos participar en el último día en aquella 34 Marcha Teresiana y tú subir hasta la Cuesta Hijosa, dice mucho de saber lo que significaba la Marcha para él. Gracias.

Para nosotros, el abuelo Eladio siempre fue un ejemplo de lucha y valentía, un soñador nato. Nos enseñó que no hace falta tener al lado a una persona para saber que siempre está contigo, en el Sagrado Corazón y la Santa está su ejemplo, y ahora también nos pasa con él.

Sabéis ese refrán que dice: ‘De casta le viene al galgo’ o ‘De aquellos barros, vienen estos lodos’. Creo que no hay mejor manera de definir la herencia tan bonita que nos dejó, nos transmitió e inculcó desde el segundo 0, con la Marcha Teresiana, ¡menuda suerte! Qué bonito es que años después de su partida la gente le siga teniendo tan presente, y siga tan vivo su recuerdo. Te quisimos, te queremos y te querremos siempre como eres. Miles de besos al cielo.

A todos, desde la emoción y el orgullo sano que esto supone para nuestra familia, la de Eladio Briñón Rodríguez, gracias de corazón.