En la práctica, los músicos ubicados en las calles de la ciudad no solicitan la autoricación prescrita con una antelación de cinco días
La actividad de los músicos callejeros es ambigua en Salamanca. En 2019 se aprobó una normativa municipal por la cual los artistas que basan su actividad en la calle, con fines lucrativos o no, deberían solicitar un permiso al Consistorio indicando con cinco días de antelación indicando el horario, la duración y la superficie aproximada.
Sucedía después de los desacuerdos entre formaciones políticas. Ganemos proponía que no hiciera falta una autorización, sino una “simple comunicación” para realizar este tipo de actividades en la vía pública. Ciudadanos, PSOE y finalmente también PP acordaron la necesidad de licencia en la que se detalle la ubicación espacial y temporal de estas actuaciones, así como el uso de altavoces o amplificadores.
Sin embargo, en la práctica, la inmensa mayoría de los músicos que actúan en Salamanca no solicitan dicha autorización. Tampoco se quedan menos de una hora en un espacio delimitado, las autoridades son permisivas con estas actividades en la ciudad, aunque los músicos mantienen la preocupación por que “venga la policía y te eche o te amenace con multarte”. Defienden que “tocar en la calle, mientras no molestes a los vecinos, lo debería poder hacer cualquiera porque realmente aporta muchísimo a la ciudad”.