El cortador salmantino se juega este sábado en ‘su casa’, Babilafuente, el pase a la gran final del Castellano de Oro.
Este sábado día 13 de agosto se celebra en la plaza de toros de Babilafuente la primera semifinal del concurso de cortes Castellano de Oro organizado por la empresa Talento Castellano. Entre el elenco de quince excelentes cortadores clasificados en las fases previas procedentes de toda la Comunidad, destaca el nombre de Iván González. Actual ‘Charro de Oro’ tras su victoria en el concurso de Santa Marta de Tormes, y natural de Babilafuente, Iván se juega ‘en casa’ su pase a la gran final del concurso. Hablamos con él a escasas veinticuatro horas de esta cita marcada en rojo en su calendario.
Iván, este sábado tiene lugar la semifinal del Castellano de Oro en tu plaza, en Babilafuente, a la que llegas con el triunfo en el Charro de Oro debajo del brazo.
La verdad que otros años atrás ya ha sido especial el concurso de Babilafuente, pero este año lo es más aún por tener el galardón del Charro de Oro en mi poder. Estoy mucho más nervioso y a la vez con más confianza para poder afrontar este concurso en mi pueblo con toda la ilusión del mundo.
Quizás ese hecho de que la semifinal sea en tu plaza juegue a tu favor pero también implica, como bien dices, un plus de responsabilidad y de compromiso con tu gente.
Eso depende de la mente de cada persona. Para mí las grandes citas no son motivo de presión, sino que son una opción más especial de disfrutar y que quede un recuerdo más bonito el día de mañana. Soy una persona que sabe gestionar bastante bien esa tensión. Me pongo nervioso los días previos pero cuando llego a la plaza logro centrarme para intentar ser el mejor sobre la arena.
¿Cómo alcanzas ese grado de tranquilidad necesaria para enfrentarte a los animales?
Lo que más me sirve para pasar de ese estado de nerviosismo y tensionado a centrarme y estar metido en lo que tengo que hacer después es mi yo interior. Mi familia es un pilar fundamental en mi vida, y estar rodeado de ellos en esos momentos previos me da tranquilidad y me relaja. Sé que no estoy sólo y eso me influye mucho. Después, delante del toro, ya uno tiene que ser autosuficiente.
Se dice que estás en el mejor momento de tu carrera. ¿Compartes esta opinión por parte de los aficionados?
Sí que es verdad que el año pasado fue un año estupendo, pero este año comenzamos con el pie izquierdo. No me salieron toros buenos y yo no estaba disfrutando como debería hacerlo, pero poco a poco se ha ido encauzando todo y ahora mismo sí que estoy disfrutando como hacía tiempo que no lo hacía. Creo que el mejor momento nunca llega porque una persona competitiva como yo siempre quiere alcanzar un escalón más, aunque sí es cierto que ahora me encuentro en un momento bueno y con la capacidad suficiente para hacer cosas bonitas.
Muchos te ven con pie y medio en la final. Imaginemos que te clasificas para esa cita y, que además, consigues ganar. ¿Qué supondría para ti ser el Castellano de Oro?
Sería un privilegio enorme como profesional y como persona. Es un campeonato en el que están los mejores de Castilla y León, que es la cuna del corte puro. No se me ocurre mejor forma de acabar el año. Además, ganar este concurso te abre muchas puertas de cara a la temporada que viene.
Se percibe entre el público asistente cierta ilusión y alegría tras haber dejado atrás las restricciones que ocasionó la pandemia. ¿Cómo estáis viviendo la vuelta a la normalidad del festejo popular?
La gente echaba de menos los concursos de cortes en las fiestas de los pueblos y eso se está notando mucho. La vuelta de los toros sin restricciones está haciendo que vaya a la plaza incluso más gente que antes. Además, me encanta ver tantos niños entre el público, lo que demuestra que sigue habiendo futuro. Es fundamental que los más pequeños vayan a este tipo de espectáculos y que los mayores no les cerremos las puertas y le expliquemos todo para que ellos el día de mañana puedan escoger aquello que más les guste o interese.