Este ahorro, desde 2019, equivale al suministro de una población de unos 20.000 habitantes en cinco años, según el Ayuntamiento
En la semana en la que se han implantado en España las medidas de eficiencia energética, el Ayuntamiento de Salamanca ha recordado que lleva años reduciendo el consumo de agua gracias a la telegestión de riego y el sistema GAP en tuberías. En concreto, desde 2019, cuando comenzaron las actuaciones para ir implantando esta tecnología en la red de abastecimiento de la capital charra, "el agua empleada para el riego de zonas verdes ha disminuido en 309 metros cúbicos por hectárea y el sistema de Gestión Activa de Presiones (GAP) ha propiciado desde su instalación un ahorro neto de 7.558.376 metros cúbicos".
En este sentido, la concejala de Medio Ambiente, Parques y Jardines, Miryam Rodríguez, asegura que estas medidas, durante los tres últimos años, "suponen un ahorro equivalente al suministro de una población de unos 20.000 habitantes en cinco años. El sistema de telegestión de riego, ya presente en casi la cuarta parte de la superficie de zonas verdes de la ciudad, permite una reducción de hasta el 40% del consumo de agua, además permite realizar una planificación de manera inmediata según los datos recogidos por los sensores, e incluso éstos detienen el riego en caso de lluvia, recalculando la cantidad necesaria posteriormente".
Además, el Ayuntamiento construirá este año una nueva captación para economizar el consumo de agua en huertos urbanos y zonas verdes junto a la ribera del Tormes, por un total de 27,5 hectáreas, así como una planta fotovoltaica con sistema de baterías de almacenamiento para autoconsumo eléctrico, favoreciendo así la eficiencia y el ahorro energético.
Al mismo tiempo, en las zonas verdes municipales se está incrementando paulatinamente la presencia de especies autóctonas que requieren menos recursos hídricos para su mantenimiento, además de contribuir a un entorno urbano aún más saludable.
Rodríguez también subrayaba que "con la implantación del GAP se aumenta en 16 años la vida útil de las tuberías y se disminuyen las pérdidas de agua, al regular la presión en la red cuando hay menor demanda. También propicia que se necesite producir en la estación potabilizadora menos cantidad, lo que supone un ahorro equivalente al consumo medio anual de una población de quince mil habitantes".