Los dueños de la orquesta La Misión y la discoteca móvil Electro Latino señalan conciliar trabajo y vida personal como una de las mayores desventajas de su profesión
En los meses del pasodoble y reggaeton, de la España que se vuelve a llenar alrededor de una plaza y un escenario, los protagonistas son ellos. Los que se suben, los que los montan, los que los llevan de un pueblo a otro siguiendo las programaciones municipales. El del espectáculo es un mundo que parece desperezarse en agosto, pero la realidad es otra.
Esteban Piñero, propietario y cantante de la orquesta La Misión es consciente de que los espectadores no saben qué hay detrás de actuaciones como las suyas. "Hay gente que se piensa que llega agosto y sales ahí y ya". En realidad, la preparación de un show empieza en octubre. Hay que dejar hechas las contrataciones, revisar las estructuras de los escenarios y repetir los ensayos hasta la perfección.
Ricky, dueño de la disco móvil Electro Latino, también señala que su trabajo va más alla de las actuaciones. Es un artista itinerante, su jornada depende de lo lejos que tenga que irse a pinchar música, "te vas una hora y media o dos antes de tu casa, la hora de montaje, cinco horas en un pueblo, otra de desmontaje y a casa otra vez". Los viajes son lo que menos le gusta, especialmente los de vuelta, porque pueden ser "peligrosos" por el cansancio.
El verano es su temporada alta, durante el resto del año trabajan los fines de semana. Se trata de un esquema atípico, contrario al del resto de trabajadores. "Tienes horarios que no tiene el resto de tu familia, de tus amigos", indica Esteban, "es cuando todo el mundo tiene vacaciones, cuando se piden ese fin de semana libre", pero para ellos es su jornada laboral.
Ricky también señala los problemas para conciliar como una de las principales desventajas. Aunque entre semana está bastante libre, se ha perdido muchos eventos familiares y bodas de amigos. Por eso, para Esteban "tiene que ser un trabajo vocacional". Aunque esa vocación no se resigna a aceptar condiciones de trabajo poco favorables. Precisamente, como presidente de la Asociación Española de Agencias y Profesionales del Espectáculo (ACOPLE) lucha por limitar los horarios del sector.
Lo que le anima en las jornadas duras son las felicitaciones de los asistentes, del Ayuntamiento y de la comisión de fiestas. Para Ricky, los mensajes de apoyo también son lo más enriquecedor de las fiestas populares: "lo más gratificante es que te vuelvan a llamar año tras año los mismos pueblos".