Último encierro de San Buenaventura con la ganadería de San Martín
Durante la madrugada resultó corneado un hombre de 56 años que tuvo que ser evacuado al Hospital de Coria
La última jornada festiva de San Buenaventura en la vecina localidad cacereña de Moraleja se saldó con un herido grave en la capea de un toro que se lidió durante la madrugada del domingo. Se trata de un hombre de 56 años que fue corneado por el toro del aguardiente de la ganadería de San Martín sobre las cinco y media de la madrugada en la Plaza de toros.
Como consecuencia de la grave cogida, la organización optó por pausar la lidia como medida de precaución al estar el cirujano y los servicios sanitarios ocupados, además de la UVI móvil.
Esta medida se toma por si el toro vuelve a repetir la misma hazaña con otro corredor y no puede ser atendido con las condiciones necesarias. El herido se encuentra ya en planta y fuera de peligro en el Hospital de Ciudad de Coria.
En cuanto al último encierro de San Buenaventura de este año 2022, participaron seis toros y cuatro bueyes de la ganadería de San Martín, ubicada en la vecina localidad de Calzadilla.
El encierro se llevó a cabo sin incidencias, salieron de corrales los bravos con más retraso que los bueyes, provocando que los primeros metros del recorrido los mansos fueran varios metros por delante de las reses bravas, que pronto cuatro de estas adelantarían a los bueyes para formar un grupo agradable a la vista y facilitar buenas carreras.
Dos de los bravos de San Martín quedaron rezagados por el recorrido provocando momentos de tensión, sobre todo al final del recorrido, a las puertas de la plaza, donde uno de los morlacos ya dentro del coso se dio la vuelta encontrándose con corredores que venían escapando de los rezagados. Afortunadamente, la buena pericia de los corredores evitó males mayores.
Ya dentro de la Plaza, las reses plantaron cara y rápidamente se hicieron dueños del albero, mostrando su bravura y trapío. Una pequeña demostración de lo que les esperaba por la tarde a los participantes del concurso de recortes que se llevaría a cabo por la tarde en la que participarían dos mirobrigenses, Manuel Gómez y Pipe Martín junto a otros compañeros.
Tras el encierro tuvo lugar la tradicional capea de una vaquilla que el consistorio organiza para quitar el gusanillo del toreo a los participantes y aficionados. Tras varias carreras por el coso y dar un buen juego, al igual que el día anterior el animal se rompió un cuerno en uno de las carreras laterales contra un burladero. En ese momento la vaca fue metida a los toriles para que no sufriera lo indebido en la lidia.