La vaquilla posterior al encierro no pudo lidiarse por romper un cuerno al salir del chiquero
Si algo caracteriza a los encierros de la una de la tarde de San Buenaventura, es la rapidez y limpieza con la que se producen, un estilo a los famosos de San Fermín, con ganaderías destacadas y representadas en grandes plazas de España y Francia.
En la jornada sabatina los protagonistas fueron seis astados de la ganadería local de Carmen Valiente, que protagonizaron un bonito y rápido encierro desde los toriles hasta la Plaza de Toros del casco urbano.
Desde que salió la manada permaneció en todo momento agrupada y sin romperse, dejando momentos de carreras muy bellos en los que corredores y público disfrutaron a lo grande de estas maravillosas estampas.
Al llegar a la plaza, los de Valiente no dudaron en seguir a los mansos hasta los chiqueros, sin mirar para los lados ni hacer intención de embiste contra los mozos que estaban en el ruedo.
Cabe destacar que estos encierros son tan limpios y rápidos por no estar permitido recortar ni llamar la atención con ningún tipo de engaño a los animales, pues son lidiados en las tardes por figuras del toreo; en este caso concreto lo harían Antonio Ferrera, El “Fandi” y Alejandro Fermín, que tomaría la alternativa en esa misma tarde.
Tras el encierro, el consistorio saca una vaquilla en la Plaza para apaciguar un poco las ganas de toros tanto a público asistente como a corredores, que les sabe a poco esta rápida carrera. El animal tuvo que ser metido a corrales de nuevo nada más salir al partirse un cuerno contra uno de los burladeros. Las ganas de más se hicieron evidentes, pero como era compresible, no se podía torear esa res con un solo cuerno.
Los aficionados tendrían tiempo de más eventos taurinos durante la tarde y noche de lo que quedaba de día para seguir disfrutando de las fiestas de San Buenaventura.