Emoción en el treinta aniversario del Centro de Estudios Bejarano
El acto institucional de esta efeméride permitió realzar la labor de la institución durante este periodo desde su fundación.
El Centro de Estudios Bejaranos celebró este sábado el día más importante en este año 2022 en que se celebran sus treinta años de existencia con un acto institucional que tuvo lugar en el salón de plenos del Ayuntamiento de Béjar.
El acto se abrió con la intervención de la presidenta del Centro, Josefa Montero, y en el que estuvieron presentes el Consejero de Cultura de la Junta de Castilla y León y miembro del CEB, Gonzalo Santonja, los alcaldes de Béjar que han desarrollado su labor en estos treinta años: Antonio Cámara y los anteriores Alejo Riñones, Cipriano González y M.ª Elena Martín Vázquez. Así mismo asistieron los expresidentes del Centro Manuel Antonio Marcos Casquero, José María Hernández Díaz, Urbano Domínguez Garrido y representantes del Centro de Estudios Mirobrigenses, José Ramón Cid Cebrián, y Salmantinos, Elvira Sánchez.
La secretaria, M.ª del Carmen Cascón, leyó un fragmento del acta fundacional de 9 de mayo de 1992. A continuación, Manuel Antonio Marcos Casquero, primer presidente del Centro, desglosó los primeros tiempos de la institución, las dificultades a las que se enfrentaron para que comenzara su andadura, la consolidación de los pilares fundamentales del mismo.
Por su parte, Gonzalo Santonja, se centró en resaltar la relevancia y actividad que ha tenido a lo largo de su historia el CEB, sobre todo en los últimos tiempos, inversamente proporcional a la financiación económica que recibe. En este sentido comentó que «está por encima de sus circunstancias» y lo comparó con otras instituciones similares, tanto provinciales como regionales, alabando su gran compromiso con la cultura y la investigación del pasado de Béjar a través de sus muchas publicaciones.
Mientras que el alcalde de Béjar, Antonio Cámara, incidió en la importancia que ha tenido y tiene el Ayuntamiento de Béjar como principal financiador del Centro, aunque es necesario buscar otras fuentes económicas para que sus proyectos salgan adelante. Además reconoció la relevancia que ha tenido y sigue teniendo para la ciudad una institución de estas características que aboga por la cultura y la investigación, y destacó la gran renovación y el papel social que tuvo el CEB durante la pandemia, adaptando sus contenidos y formas de difusión para mantener sus actividades culturales a pesar de los acontecimientos, divulgando en esos duros momentos a través del Canal YouTube o las redes sociales, un ejemplo que ha seguido el propio Ayuntamiento de Béjar.
El acto se cerró con una sorpresa: la imposición de insignias del Centro de Estudios Bejaranos -consistente en el logotipo clásico del roble con la filacteria en la que se puede leer A vetustate robur («cual roble viejo y fuerte» o «la fortaleza desde la experiencia») en plata-, al primer presidente del CEB, Manuel Antonio Marcos Casquero, y a los alcaldes y exregidores presentes por su apoyo a la institución cultural bejarana durante los años de su alcaldía.