Jueves, 25 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Feijóo y Sánchez, la rana y el escorpión
X

Feijóo y Sánchez, la rana y el escorpión

Actualizado 11/07/2022 08:00
Francisco López Celador

Pido disculpas por faltar a mi cita la pasada semana. Llevaba dos años esquivando las balas del puñetero covid-19 y, al final, me alcanzó. Bien es verdad que, de refilón, pero lo suficiente para dejarme unos días con pocas ganas de enfrentarme a un folio en blanco. Y lo siento doblemente porque ha coincidido con un especial acontecimiento -la Cumbre de la OTAN- tema muy interesante, y cargado de contenido suficiente para escribir más de un comentario.

Hay que comenzar declarando que, en contra de lo que cabía esperar de este gobierno, la preparación y el desarrollo de los acontecimientos ha supuesto un rotundo éxito de esta España acostumbrada a sobresalir en los medios de comunicación, no precisamente por la eficacia de sus gestores, sino, más bien, por todo lo contrario. Ahora bien, ni la victoria es de todos los que alardean de ella, ni la derrota hay que cargársela a los que callan. La verdad está siempre en lo que opinan lo demás. Los actos que culminaron los últimos días de junio tuvieron su origen en una negociación llevada a cabo entre la Secretaría General de la OTAN y nuestra ministra de Defensa, en enero de 2018, antes de la moción de censura que descabalgó a Rajoy. Al César lo que es del César.

De que esta Cumbre no haya resultado un rotundo fracaso, son varios los responsables. En lugar destacado, nuestros Reyes, Felipe y Letizia. La imagen de simpatía, la elegancia de su sencillez y el continuo saber estar, han acabado granjeándose el aprecio de todos los mandatarios de OTAN y Unión Europea, sin excepciones. Han sabido “vender” la marca España con gusto y elegancia. Estoy convencido del poco tiempo que transcurrirá para comprobar el “tirón” que ha supuesto esa imagen, a la hora de hacer realidad las posibles visitas de quienes hayan quedado impresionados de la entidad de nuestro bagaje turístico, comercial, cultural y artístico.

No sería justo si olvidara colocar, también en lugar preferente, la actuación en la sombra de las FCSE. Tenían una labor muy importante y delicada, y no dejaron un cabo suelto. Había que conjugar la seguridad con la menor molestia posible, cosa nada fácil, y lo hicieron a la perfección. También es el momento de felicitar el comportamiento responsable de los ciudadanos que debieron soportar esas ineludibles molestias, y lo hicieron con la máxima comprensión. Por supuesto, no han faltado a lista los que intentan dejar patente su oposición a la OTAN. De alguna forma debían justificar la razón de ser de sus abultadas nóminas, que para nada se corresponden con la eficacia exigida a sus gestiones. Claro que, en honor a la verdad, hubo quien, durante esos días, prefirió visitar –a costa del sufrido contribuyente- el exponente máximo de ese mundo capitalista que tanto critican, pero del que no hacen ascos. Falcon, escoltas y “coleguis”. Vivir para ver ¿Es esa la Igualdad que pregonan?

La profunda crisis, que está castigando a España con más fuerza que a nuestros socios, está colocando a Sánchez en una posición muy delicada. Poco a poco, las encuestas -incluidas las más amigas- que predicen importantes retrocesos de la izquierda en todas las consultas electorales se van cumpliendo inexorablemente. La popularidad de nuestro Presidente disminuye a pasos agigantados, hasta el extremo de ser recibido con broncas y pitadas en regiones que siempre fueron refugio de votantes agradecidos. Ahora, evita comparecencias no preparadas previamente y, a pesar de ello, cosecha más de un abucheo.

En Bruselas le tienen tomado el número y supervisan todos sus informes para poner de manifiesto los repetidos intentos de meter gato por liebre. Si a todo lo anterior sumamos la descarada oposición que sufre por parte de los ministros de extrema izquierda atrincherados en su gobierno, ante cualquier medida que suponga alejarse de su filosofía marxista y empobrecedora de la sociedad–algo que es de dominio público dentro y fuera de nuestras fronteras-, comprenderemos el dilema que acorrala a Sánchez. Si se aparta de ese utópico progresismo que pregona –todo facundia-, corre peligro de perder los apoyos necesarios para sacar adelante sus palancas de anclaje al poder. Si persiste en seguirlos la corriente, cada día tendrá más cercano su desalojo de la Moncloa.

La Cumbre de Madrid fue el hierro candente al que se agarró Sánchez para mejorar su imagen, dentro y fuera. Pretendió apuntarse el tanto del correcto desarrollo de todos los actos y, animado por los primeros resultados, incluyó en el mismo paquete objetivos sacados de su manga ancha. El “volantazo” dado con Marruecos pensó que justificaría la inclusión de la seguridad de Ceuta, Melilla y archipiélago canario dentro del paraguas de la OTAN. Paso en falso. Por un momento, olvidó los largos tentáculos marroquíes que llegan hasta la Casa Blanca. ¿Qué hubo tras el espionaje del teléfono de Sánchez para que, a pesar de la felonía del Sáhara, Mohamed VI no renuncie a su pretendida soberanía sobre las ciudades autónomas y las aguas canarias? En su “apertura a la española”, Sánchez ha perdido las tres piezas en un solo movimiento. Para más quebraderos de cabeza, los dirigentes de la OTAN han vuelto a sacarle los colores dejando claro que, salvo Luxemburgo, somos la nación que menos porcentaje del PIB dedica a gastos de Defensa. O se está en la OTAN con todas sus consecuencias, o se deja de hacer el cínico. Esa es la madre del cordero. Sánchez nunca fue partidario de mantener unas Fuerzas Armadas en consonancia con nuestras posibilidades. Es la asignatura que, en todos sus Presupuestos, ha sido dejada “para septiembre”. Ahora no puede seguir engañando. De todas formas, yo no me fiaría de este impostor. Su predisposición queda clara demorando hasta 2029 alcanzar el 2 % del PIB. Es muy posible que, para esa fecha, ya no tenga que firmar ningún Presupuesto.

El “teatro” que interpretan los ministros poemitas –algunos/as con la boca pequeña-, es puro humo. A pesar del cisna interno, por nada del mundo estarían dispuestos a expulsar a Sánchez de la Moncloa. Después de probar la “cartera” y el Falcon, se convertirán en verdaderas lapas dispuestas a aguantar cualquier tempestad que amenace su naufragio. Su “asimétrico” antimilitarismo - ¿cuándo van a protestar por los gastos de Defensa en Rusia, China, Corea del Norte, Irán, Venezuela, etc.? – ya no engaña ni al mismo Sánchez que, ante posibles “espantadas”, ha pretendido recabar el apoyo de Feijóo para sacar adelante las partidas necesarias hasta llegar a ese 2 %. El líder gallego, cegado por una pretendida responsabilidad de hombre de Estado, parece dispuesto a prestarle apoyo, dentro de los postulados que figuran en nuestra Constitución y extendiéndolo a los temas pendientes de obligado consenso entre los dos primeros partidos del arco parlamentario. Mal empezamos. El agua nunca ha podido mezclarse con el aceite. Por otra parte, ya va siendo hora de que los partidos de la derecha abandonen los complejos de ser conservadores y no falsos progresistas. Con Sánchez, ningún trato. Oposición pura y dura. A tenor de su actual responsabilidad, es de suponer que Feijóo no se deje engañar por Sánchez. No obstante, antes de dar ese paso, le recordaría la fábula de la rana y el escorpión.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.