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Espinho y los orígenes del veraneo: cuando el “ir a baños” era una recomendación médica
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RECREACIÓN DE UNA ÉPOCA

Espinho y los orígenes del veraneo: cuando el “ir a baños” era una recomendación médica

Actualizado 07/07/2022 20:48
Raquel Martín-Garay

Las costumbres que propiciaron el desarrollo de Espinho como centro turístico

El fin de semana del 9 y 10 de julio los visitantes de la localidad costera de Espinho, al sur de Oporto, disfrutarán de una recreación de los orígenes de la ciudad como centro de veraneo, que comenzó a finales del siglo XIX y se desarrolló con la llegada del siglo XX, cuando en las consultas médicas se prescribía "ir a baños".

Las condiciones del mar y la brisa de Espinho, las temperaturas suaves, así como la buena comida elaborada con los productos frescos de la huerta y del mar, comenzaron a considerarse terapéuticos para las clases pudientes que vivían en la ciudad, alejadas de la naturaleza.

Poco a poco, a los aristocráticos veraneantes se les fue uniendo una burguesía adinerada, proveniente del medio rural o urbano.

El sábado 9 de julio se realizará un desfile, donde todos estos personajes recorrerán las calles de Espinho, en un paseo de época que tendrá inicio a las 22.00 horas en la Explanada de la rua 2.

El mar lo curaba todo: desde la melancolía hasta la dermatitis o la tosferina de los niños. Por eso, este fin de semana evocador de los comienzos del turismo en la localidad, continuará el domingo 10 de julio en la playa de Espinho (rua 33), donde una centena de figurantes participarán en "Vir a banhos", la recreación de una jornada playera de principios del siglo pasado, que trascurrirá a partir de las 15.30 horas.

Retratarán las clases sociales de la época: bañistas con los trajes de baño del momento, aristócratas, burgueses, pescadores y labradores, doncellas y niñeras, vendedores ambulantes o fotógrafos que trabajaban la "fotografía al instante".

Estos primeros veraneantes atrajeron a otros hasta Espinho, porque descansar y tomar baños estaba bien, pero ¿cómo renunciar a la vida social durante dos o tres meses? Las tardes eran para los paseos, las visitas de cortesía o la práctica de algún deporte.

El Oporto Golf Club, situado en Espinho, fue el primer campo de golf que abrió en la península ibérica (1890) y el Casino de Espinho (1974) continua siendo uno de los mayores centros de entretenimiento del norte de Portugal.

Hoy el concejo de Espinho cuenta con ocho kilómetros de arenal y cinco de sus diez playas con Bandera Azul, habiéndose convertido en segunda residencia para muchos portuenses, pero también para bastantes salmantinos.

La conexión ferroviaria con Oporto y con Aveiro hace de Espinho un buen cuartel general a partir del cual visitar estas dos capitales sin padecer sus atascos. Desde primera hora de la mañana hasta última hora de la noche circulan trenes cada 15 o 20 minutos. Sin olvidar que por aquí trascurre la Ecovia do Litoral, por lo que el tren cuenta con espacio para bicicletas.

En tiempos, los veraneantes que llegaban a la villa lo hacían como pasajeros de los vagones de primera clase, muy alejados en el convoy de los de tercera, cuyos ocupantes venían con todo tipo de productos agrícolas y animales para vender en el mercado de los lunes de Espinho.

Espinho se encuentra a unos 330 km de Salamanca capital.