Los humedales que custodia la provincia de Salamanca

Los humedales están considerados como uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad, brindando una gran variedad y cantidad de servicios esenciales para la sociedad. Los humedales dan cobijo y sustento a numerosas especies amenazadas de flora, fauna y tipos de hábitats naturales.

Son espacios de importancia para el mantenimiento de la conectividad ecológica; y es destacable su papel como sumideros de carbono, contribuyendo de forma notable a la mitigación del cambio climático. Así mismo, son fuente de recursos de interés económico, recreativo, cultural y científico. Por todo ello, se puede afirmar que los humedales son ecosistemas esenciales para la conservación de la biodiversidad, el bienestar humano y el desarrollo sostenible.

En Castilla y León están catalogadas un total de 297 zonas húmedas, incluidas en el Catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial, otorgando a estos humedales un reconocimiento y régimen de protección que permita su conservación y uso racional.

En el caso de la provincia de Salamanca, estas son las Zonas Húmedas de Interés Especial, y que también son también lugares de tránsito y estancia de aves acuáticas en su paso migratorio de primavera y verano.

Por su importancia para las aves hay que destacar el azud de Riolobos, que acoge una enorme variedad de especies acuáticas invernantes y en paso migratorio, y el embalse de Santa Teresa, punto clave en la migración e invernada de la grulla principalmente.

Enclavadas entre dehesas y con una belleza añadida, son Zonas Húmedas Catalogadas también la charca de la Cervera y la laguna del Cristo en Aldehuela de Yeltes; la laguna de la Zarza en Boada; la charca del Campo (Laguna del Campillo) en Sando; la laguna de la Cervera en Olmedo de Camaces o la laguna grande de Campanero en Castillejo de Martín Viejo. Otros enclaves son la laguna de San Marcos en La Alberca; la laguna de los Lavajares en Rágama, y las lagunillas de Hoya Moros, en Candelario.