Navegante vikingo de origen noruego, nacido en Jaeren hacia 940 y fallecido en Groenlandia en los inicios del siglo XI, hacia 1010. Fue uno de los partícipes en la colonización de Islandia y el descubridor y colonizador de Groenlandia.
Islandia era una isla de la que ya se tenían noticias tiempo atrás. De hecho, las primeras noticias sobre la isla no son vikingas, sino irlandesas, y se refieren a la presencia de algunos monjes católicos de la iglesia irlandesa que se asentaron allí al menos desde el siglo VIII para organizar comunidades eremíticas. Esta presencia irlandesa se mantuvo viva a través de la toponimia de ciertos lugares, así como en tradiciones más o menos fantásticas pero basadas en esta presencia real. Con posterioridad, Islandia fue visitada ocasionalmente por incursiones vikingas desde el siglo IX; en concreto, fue descubierta en 860 y desde 874 se asentó allí, sobre todo en la costa oriental, una población no muy numerosa de vikingos noruegos.
Descubrimiento y colonización de Groenlandia
Erik Thorvaldsson ('Erik hijo de Thorvald'), conocido como Erik el Rojo por el color de su pelo, tuvo que exiliarse de Noruega forzosamente debido a una acusación de asesinato que recayó sobre su padre. La familia se asentó en el noroeste de Islandia, donde el propio Erik fue también acusado del mismo crimen por haber matado a los hijos de un rival de su familia en el transcurso de un combate. La asamblea vikinga (Ding) islandesa, formada en el año 930, le consideró como hombre enemigo de la paz y le obligó a exiliarse. Erik el Rojo se dirigió hacia el suroeste hasta llegar a la costa del territorio que bautizó como Groenlandia (Grünndland, 'Tierra Verde'), nombre propagandístico con que pretendía atraer a los suyos para su colonización, aunque el territorio era en gran medida yermo y estéril, salvo en su parte más meridional. Exploró parte de la costa y del interior de la isla, y regresó a Islandia tres años más tarde, en 988, a la búsqueda de colonos para asentarse en las nuevas tierras descubiertas.
Colonización
Entre familiares y amigos principalmente, logró reunir una expedición de veinticinco barcos con la que se dirigió hacia la nueva tierra. Sólo catorce naves consiguieron llegar a su destino, se asentaron primero en el oeste de la isla y después se desplazaron hacia el oriente. Como jefe, Erik tomó posesión de la zona que consideró mejor y fundó en ella la población de Brattalid, ubicada en el interior de un fiordo al que llamó Eriksfjord “fiordo de Erik”; mientras, la otra parte de la expedición se asentó cerca de la actual Nuuk (Godthåb). La población groenlandesa obtuvo cierta prosperidad; fue cristianizada y se fundaron allí numerosas iglesias y dos monasterios. Incluso se organizó por parte del papado una sede episcopal en Gardar. Sin embargo, la zona fue víctima del olvido, a raíz de un período climatológico de bajas temperaturas que produjeron una “mini” era glaciar hacia finales del siglo XIV. La tierra de por si inhóspita, debido a la glaciación se volvió más cruel y gran parte de la población falleció.
El descubrimiento de América
El descubrimiento de América por parte de los primeros europeos estuvo protagonizado por un hijo de Erik el Rojo. Parece ser que cuando Erik y su expedición partieron desde Islandia hacia Groenlandia, el hijo de uno de los miembros de la misma salió en busca de su padre. El nombre de este vikingo era Bjarne Herjulfsson. Cuando llegó a Islandia, su padre ya había partido, por lo que se dispuso a ir en su busca. Sin embargo, al no conocer la ruta erró el destino y llegó a una tierra que no coincidía con la descripción que le habían dado de Groenlandia, pues era una tierra cubierta de bosques y sin grandes elevaciones de terreno, abandonó la zona debido a que no encontró a su padre, al que continuó buscando. El segundo hijo de Erik el Rojo, Leif Ericsson, tuvo noticias de la existencia de esa nueva tierra y movido por su afán de aventura navegó hacia el oeste hasta llegar, hacia el año 1000, a territorio americano. Desembarcó en varias zonas a las que fue dando nombre Hellulan, en el Norte; Markland, más hacia el Sur; y, finalmente, Vinland. Erik no pudo estar presente en este viaje por encontrarse convaleciente de una herida que le ocasionó finalmente la muerte.
Se realizaron varios viajes a la zona, pero la hostilidad de los habitantes indígenas hizo que poco a poco se olvidase en la conciencia común de los vikingos y de los europeos la zona descubierta.
(Extraído de bibliografías históricas y adaptado por la autora del artículo)
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