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Particulares salmantinos que acogen a refugiados: “Estamos cansados del trato discriminatorio que sufren por venir por un cauce u otro”
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GUERRA DE UCRANIA

Particulares salmantinos que acogen a refugiados: “Estamos cansados del trato discriminatorio que sufren por venir por un cauce u otro”

Actualizado 18/06/2022 18:17
Vanesa Martins

José Vicente ha cedido una vivienda totalmente reformada en la que ahora viven dos madres, una abuela y tres menores; quienes hasta hace unos días no habían recibido ayuda por parte de ninguna asociación o institución

Han pasado casi cuatro meses desde que estalló la invasión en Ucrania por parte de Rusia, una invasión que ha obligado a miles de personas a abandonar y huir de su país para dejar atrás la guerra. Para ayudarlos, muchas personas y familias particulares han puesto a disposición de quienes lo necesiten un hogar, y que no han recibido, hasta hace unos días, ayuda alguna, tal y como cuenta a SALAMANCA rtv AL DÍA José Vicente.

Ese es, por ejemplo, el caso de José Vicente, un salmantino que ha cedido una vivienda que tenía disponible a un total de seis personas: dos madres, una abuela y tres menores. “He cedido una vivienda reformada. De manera totalmente gratuita, estoy corriendo con los gastos de luz y de agua, he corrido con la alimentación, y les he estado dando algún dinerillo para sus necesidades”, explica.

El segundo día que estalló el conflicto, José Vicente no lo dudó y ofertó la vivienda que tenía disponible. “La puse a disposición de delegación del gobierno, del ayuntamiento, de la junta, de Cruz Roja…Pasaban los días, pero nadie se ponía en contacto conmigo, hice otra ronda de consultas y me dijeron que llevaba un tiempo”, relata. Un mes después, a través de un médico ucraniano, conocí que había una asociación que se estaba poniendo en contacto con personas que tenemos pisos y me puse en contacto con ellos”. Y así fue como comenzó.

Como él, otras personas de Salamanca han prestado su ayuda con Ucrania cediendo otras viviendas o incluso acogiendo en su casa a los refugiados. Una labor que están realizando de forma totalmente altruista, pero aún así se sienten “discriminados” en lo que se refiere a que estas personas reciban ayudas de diferentes instituciones. “No tenemos acceso a los recursos públicos. A través de nuestros familiares y amigos también están recibiendo algo de ayuda. Hay gente que le da algo de dinero, las vecinas les dan comida, la gente está ayudando y colaborando, pero los gastos son muchos”.

La situación ha comenzado a cambiar, pero saben que todavía hay mucho que hacer. “La labor particular que estamos haciendo, estamos poniendo dinero nuestro, hasta hace muy poquitos días no hemos recibido ayudas. Ahora Cáritas o Cruz Roja les están ayudando. Nos ha costado mucho. Parece que se va solucionando, pero estamos un poco cansados del trato discriminatorio al que se ven sufriendo por venir por un cauce o por otro”, explica.