Hacer tu hogar más eficiente y mejorar la declaración de la renta en Castilla y León
La reducción en la demanda de climatización, las obras de mejora en el consumo de energía no renovable y las de rehabilitación energética son variables que forman parte del Real Decreto-ley 19/2021, del 5 de octubre
La declaración de la renta es una de las principales espadas de Damocles de muchas familias españolas. Este año, el plazo para presentar las solicitudes de ajuste en cuanto al pago de impuestos al erario público termina el próximo 30 de junio, por lo que todavía queda un tiempo de margen para mejorar la declaración y que el pago se vea reducido o la devolución aumente.
¿Cómo se puede lograr esto? Las distintas comunidades autónomas cuentan con distintos programas de deducciones fiscales relacionadas con normativas y leyes acordes a los programas políticos de sus gobiernos. En Castilla y León, la eficiencia energética de los edificios es uno de los puntos clave para mejorar la declaración de la renta. Para ello, eso sí, hay que pedir certificado energético en las condiciones que marca la Agencia Tributaria.
Estos procesos de mejora de los inmuebles, que también contribuyen a reducir facturas de suministros y a elevar el confort en el día a día, pueden ser además una pieza clave para pagar menos a Hacienda.
El certificado de eficiencia energética y el pago de la renta
El certificado de eficiencia energética es un documento que certifica que un inmueble ha pasado por un proceso de mejora que ha elevado características como el aislamiento térmico y que, por tanto, hará que en el futuro el uso de climatización sea más controlado.
Este es uno de los objetivos medioambientales más importantes de los gobiernos de España. Por eso, la comunidad autónoma de Castilla y León premia a los ciudadanos que acometen estos proyectos con una repercusión positiva en sus declaraciones de la renta.
¿Cómo conseguir que las obras realizadas se vean reflejadas? El proceso es sencillo: un proyecto de mejora energética de una propiedad debe contar con un certificado de eficiencia previo a las obras y un certificado de eficiencia energética posterior a las mismas.
Con estos documentos, que debe hacer un arquitecto o un ingeniero capacitado después de los análisis pertinentes en el inmueble, es fácil justificar ante la Agencia Tributaria que se ha invertido una partida económica considerable para adecuarse al proyecto urbano marcado por las autoridades. En la declaración de la renta se cuenta entonces con una deducción del IRPF que tiene repercusiones muy positivas para el ciudadano.
Una posibilidad desde 2021
Esta deducción por la mejora de la eficiencia energética de los edificios es una política fiscal que se encuentra en vigor desde 2021. Por eso es conveniente contar con profesionales capacitados para expedir estos certificados desde el inicio de las obras de adecuación.
La reducción en la demanda de climatización, las obras de mejora en el consumo de energía no renovable y las de rehabilitación energética son variables que forman parte del Real Decreto-ley 19/2021, del 5 de octubre, que refleja las condiciones para acceder a estas deducciones y que los profesionales especializados en el análisis de viviendas y expedición de certificados de eficiencia energética conocen.
En ese sentido, antes de iniciar cualquier tipo de obra conviene contar con el asesoramiento de estos profesionales, que acompañan a los clientes a lo largo de todo el proceso para que todo esté en orden a la hora de presentar la documentación ante la Agencia Tributaria.