Las razones por las que en Salamanca hay menos atropellos y menos gravedad de los heridos

Salamanca es una ciudad que se ha convertido en un modelo a seguir en cuanto a la seguridad vial se refiere. Un logro que se asienta en el compromiso de construir una ciudad amiga del peatón, respetuosa con el medio ambiente e implicada en la tarea de mejorar la circulación.

Las medidas implantadas durante la última década, a través del Plan de Seguridad Vial, fruto del diálogo y el consenso con diversos colectivos, ha dado como resultado la progresiva disminución de los accidentes y de los atropellos, que lleva aparejada la reducción de la lesividad.

De hecho, Salamanca recibió en 2020 el Premio Visión Zero Municipal, concedido por la Asociación de Ingenieros de Tráfico y Técnicos de Movilidad, en reconocimiento al trabajo que la ciudad realiza a favor de la seguridad vial y, concretamente, por haber registrado cero fallecidos en atropellos en el año 2019, un hito que ha vuelto a repetirse el año anterior.

Menos atropellos y menor gravedad de los heridos

Desde 2021, estas políticas se han visto reforzadas con la reducción del límite de velocidad a 30 Km/h en más de 1.300 calles y con la puesta en marcha de una medida pionera a nivel nacional, las llamadas zonas residenciales en 200 vías de los barrios de la ciudad, en las que los vehículos pueden circular a 20 Km/h.

Las estadísticas de la Policía Local de Salamanca reflejan que desde mayo de 2021 hasta abril de 2022, periodo en el que la mayoría de las calles de la ciudad vieron reducida la velocidad permitida de circulación, el número de atropellos asciende a 53, una cifra que representa 10 atropellos menos que los registrados entre mayo de 2020 y abril de 2021.

La gravedad de las lesiones de las personas que han sufrido un atropello también ha seguido la tendencia descendente. De hecho, según los datos de la Policía Local, ésta ha caído seis puntos porcentuales, en los cuatro primeros meses de este año.

Este dato resulta especialmente positivo, teniendo en cuenta que el volumen de tráfico ha recuperado su fluidez habitual, tras las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia.

Al mismo tiempo, con la aplicación de las medidas, la velocidad media ha registrado una caída de entre 10 y 20 kilómetros por hora en la mayoría de las avenidas de la ciudad. De esta forma, no sólo se ha contribuido a reducir el número de accidentes de tráfico y la gravedad de las personas heridas, sino que también se ha mejorado la fluidez en la circulación de vehículos, algo que repercute directamente sobre un menor consumo de combustible.

Además, se ha mejorado la movilidad interurbana con la creación de aparcamientos disuasorios en superficie gratuitos, un servicio de transporte público en autobús que se encuentra entre los más económicos y ecológicos de España, una red ciclista que conecta a todos los barrios de la ciudad con el centro, los hospitales, el campus universitario y los municipios del alfoz, además de un sistema municipal de alquiler de bicicletas.

Salamanca, ciudad pionera

Salamanca no es novata en la aplicación del límite de velocidad a 30 Km/h. Ya en el año 2015 se fijó esta limitación para todas las glorietas de titularidad municipal y para todos los tramos de las vías donde se encuentran centros educativos.

Del análisis de la evolución de la reducción de la velocidad en esos puntos y la comparación, mediante un estudio, de los accidentes registrados en las ocho glorietas de la ciudad con más accidentes, se ha podido deducir que la reducción de la velocidad ha contribuido a la disminución de los accidentes.

En concreto, dicho estudio comparativo ha tenido en cuenta la evolución de los accidentes en las glorietas de Plaza de España, Puerta de Zamora, Ciudad de Brujas, Leonardo Da Vinci, Arenal del Ángel, Castilla y León, Tratado de Tordesillas y Virgen de Loreto.

Según las cifras obtenidas, en 2014, antes de la reducción del límite de velocidad a 30 Km/h, se registraron un total de 130 accidentes; mientras que en 2020, en esas mismas glorietas, el número de accidentes fue de 30.

En relación con el número de heridos, en 2014, se registraron 40 heridos leves en esos accidentes; mientras que el número registrado en 2020 cayó hasta los 10 heridos leves.

Aunque en estos accidentes no se registraron heridos graves ni en 2014 ni en 2020, también está demostrado que la reducción de la velocidad tiene un notable impacto en la disminución de la lesividad.

Por ejemplo, en el caso de los atropellos, estudios estadísticos de la Dirección General de Tráfico demuestran que el límite de velocidad a 30 Km/h reduce en un 80% el riesgo de fallecer a consecuencia de un atropello.

Además, la distancia de frenado a 30 km/h se fija en unos 14 metros mientras que un vehículo que circula a 50 km/h necesita más del doble, hasta 30 metros.

Para potenciar los efectos de estas medidas, desde el Ayuntamiento de Salamanca se está trabajando en este 2022 en la elaboración de un mapa para situar los puntos más habituales donde se producen atropellos y accidentes, con la intención de que a final de este ejercicio se pueda poner coto a la siniestralidad en aquellas zonas donde se producen con más asiduidad.