, 22 de diciembre de 2024
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“Hay conductores que aún no terminan de adaptarse pero la aceptación es ampliamente mayoritaria”
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FERNANDO CARABIAS, CONCEJAL DE TRÁFICO

“Hay conductores que aún no terminan de adaptarse pero la aceptación es ampliamente mayoritaria”

Actualizado 03/06/2022 09:14
Redacción

Balance positivo de la reducción de la velocidad a 30 kilómetros por hora en las calles salmantinas, tras un año desde su aplicación

Tras un año en vigor de la reducción de la velocidad a 30 kilómetros por hora, hablamos con el concejal de Tráfico, Fernando Carabias, sobre la efectividad de esta medida.

¿Qué mejoras se han detectado con la aplicación de la medida

La medida ha aportado más seguridad y confianza, sobre todo para los peatones, pero también para los conductores. Esos nuevos límites de velocidad permiten que, ante cualquier imprevisto, se tenga más capacidad de reacción.

Para garantizar su correcta aplicación hemos procedido a la adaptación de los ciclos y la regulación semafórica de la ciudad para que se circule y se transite con comodidad y con tiempos de espera razonables.

Y hemos detectado que la velocidad media de los vehículos ha descendido considerablemente, lo que es del agrado de la inmensa mayoría de los ciudadanos.

¿La medida cuenta con el respaldo ciudadano?

En el Ayuntamiento de Salamanca tenemos por norma buscar el consenso para la aplicación de nuevas medidas y la reducción de la velocidad no ha sido una excepción. En este sentido, antes de su implantación, mantuvimos encuentros con todos los sectores profesionales a los que implica especialmente esta reducción de la velocidad y, entre todos, conseguimos un amplio consenso previo.

Es cierto que un cambio de esta naturaleza siempre provoca resistencias. Se decía que habría averías en los vehículos o numerosos atascos, por ejemplo. No obstante, a lo largo de este año se ha comprobado que esos temores no eran ciertos y a cambio se circula con más tranquilidad.

¿Cuál es la valoración de la medida?

La valoración global es positiva. Se ha reducido el número de atropellos y la siniestralidad a la vez que se ha conseguido calmar el tráfico manteniendo la misma fluidez que antes, incluso mayor en determinadas calles. Hay conductores que aún no terminan de adaptarse, pero los datos nos muestran que, después de un año de su entrada en vigor, la aceptación es ampliamente mayoritaria. Los resultados están ahí, menos atropellos y menor lesividad de las personas que los sufren.