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Otro ‘bofetón’ de Unionistas al Ayuntamiento
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LA FIRMA INVITADA

Otro ‘bofetón’ de Unionistas al Ayuntamiento

Actualizado 29/05/2022 13:08
Carlos Cuervo

"No tengo conocimiento de una ciudad que ponga tantas trabas al progreso", argumenta el periodista Chema Díez

Unionistas ha puesto punto y final a una nueva aventura futbolística con un resultado que le lleva a estar muy orgulloso de su trabajo.

El debut en Primera RFEF no ha sido fácil, ni mucho menos, y quizá ha habido demasiados errores que han hecho creer que el sueño de luchar por el play off hasta el final se iba a desvanecer. Pero no fue así; este equipo tiene la capacidad de reinventarse una y otra vez.

Cosas de la vida, el fútbol le dio la oportunidad a Unionistas de meterse en un play off de ascenso a Segunda en un campo de Primera como Riazor, donde la victoria era el primero de los parámetros que había que cumplir para poder optar a ese premio. Y se logró (0-1).

Pero también, cosas de este deporte, la suerte no acompañó en esta ocasión (como tampoco lo hizo el año pasado) y el equipo se quedó a las puertas de una nueva fase de ascenso al sumar 61 puntos y quedar en séptimo lugar, con los mismos puntos que el Celta B (sexto) y a solo uno del quinto puesto que ha marcado la UD Logroñés.

En esta columna y durante todo el año, he destacado muchas de las cosas que no me han gustado o que han podido perjudicar a Unionistas, pero creo que este momento es para resaltar todo lo que se ha hecho bien. Y en el plano social es importante y destacable.

No en vano, las sorpresas positivas vienen de la mano de Jesús de Miguel, José Salinas, Dani Mori, Cris Montes, Íñigo Muñoz… que han sido factores importantes en una temporada en la que el grupo ha vuelto a ser lo más importante y que con Ayllón en el banquillo ha luchado hasta el final por el premio del play off.

Pero, si por algo será recordada esta campaña de Unionistas, obviamente, es por su afición. Sí, una vez más… y es que, los fieles seguidores del equipo salmantino han dado un golpe encima de la mesa y han roto todos los moldes al subvencionar de su propio bolsillo el cambio de césped en su estadio para poder competir la próxima temporada en Primera RFEF.

Es triste, muy triste darse cuenta de que, incluso seguidores de otros equipos repartidos por toda la geografía nacional hayan aportado su granito de arena parta este fin, mientras que el Ayuntamiento de Salamanca ha mirado para otro lado y solo se dedica a poner zancadillas al equipo que milita en la categoría más alta del fútbol salmantino.

Y no, no hagan caso a todos esos que cuentan que el consistorio ha regalado un campo a Unionistas o que Unionistas quiere echar al Monterrey de su estadio… ni mucho menos; eso es desviar la atención de lo realmente importante. De hecho, las obras del Reina Sofía, además de ser el cuento de nunca acabar, son una auténtica indecencia, con el dinero invertido por unos políticos a los que les queda grande el lugar que algunos les han dado.

No tengo conocimiento de una ciudad que ponga tantas trabas al progreso, al crecimiento de los clubes deportivos y al bien de una capital cuyo desarrollo económico vive frenado y que solo es sostenido por el turismo. ¿A nadie se le encendió la bombilla para pensar que el fútbol mueve mucha masa social y que eso puede repercutir en el bien de la ciudad? Parece ser que no…

Por eso, los más de 400.000 euros recaudados en apenas cuatro días por Unionistas son el mayor ‘bofetón’ en la cara que se ha llevado este Ayuntamiento, preocupado por otros menesteres mucho más banales y que poco o nada repercuten en los que aquí intentamos hacer nuestra vida.

Evidentemente, y como pasa con todo en la vida, la distancia y el tiempo son los mejores jueces para poder valorar y explicar todo lo que ha hecho Unionistas en el plano social, lo vivido en este último partido en Riazor y su extensión en España y fuera de nuestras fronteras con la campaña de financiación del césped natural.

Es muy bonito que el Madrid o el Elche vengan a Salamanca a jugar, claro, pero para eso hay que ‘currar’ mucho, poner facilidades y ser honesto con lo que uno hace; algunos de los que habitan en la Plaza Mayor desconocen el significado de esto. Menos mal que hay más de 400.000 euros que se lo recordarán toda la vida.

Como se dice vulgar y coloquialmente, ‘mis dieses’.