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Fredy Vacas Montero, el gusto por la novela de una novelista de raza
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LA ALACENA DE LOS LIBROS

Fredy Vacas Montero, el gusto por la novela de una novelista de raza

Actualizado 05/05/2022 19:04
Charo Alonso

Presenta su libro 'El secreto del indiano' el domingo 8 de Mayo en la Feria del libro, una novela de acción y aventuras de la autora salmantina radicada en Zamora

Fredy Vacas Montero viene a la Feria del Libro de Salamanca, esa cuarenta edición que después de dos años de pandemia nos va a saber maravillosamente, con su última novela “El secreto del indiano” a recordarnos el gusto por leer y escribir. Porque aunque siempre fue una niña, una joven, una mujer lectora, que ganó su primer premio literario en el colegio, Fredy Vacas Montero esperó hasta el año 2005 para publicar su primera novela “Sueños de un soñador” al que le han seguido varios títulos hasta llegar a la historia de Eugenia de Pastrana.

Rica hacendada extremeña de mediados del siglo XIX, Eugenia de Pastrana es una sólida protagonista salida de la inspiración y el recuerdo de la autora, quien de niña oía las historia de su abuela que le hablaba de una rica y poderosa mujer a la que llamaban “La Doña” y a la que todos obedecían en la comarca. Curiosa y atenta, Fredy Vacas parte de un recuerdo o episodio que estimula su imaginación, se documenta cuidadosamente y desarrolla una acción muy cinematográfica en su planteamiento. Acción rápida y visual, personajes definidos, intriga que logra atrapar al lector, una excelente mano para los diálogos y esa forma de ordenar el mundo en un final que satisface a quien se embarca en la aventura de leer a la autora. Porque Fredy Vacas nos reconcilia con el gusto por una literatura gozosa, a medio camino entre la novela histórica, sentimental y costumbrista, que recrea muy bien la historia más cercana, retrata los paisajes que le son queridos –su Zamora, Extremadura en este caso- da al lector aquello que necesita y lo hace sin concesiones, con la dosis justa de intriga, cuidada ambientación y un desarrollo siempre vivo, veloz, que engancha el gusto por el lector de una manera ya muy apreciada por aquellos que siguen a la autora salmantina.

Mezcla muy acertada de ficción y documentación histórica, la novela de corte costumbrista, realista en sus intenciones y con ese punto de justicia poética y deus ex machina de los finales que amamos, la narrativa de Fredy Vacas tiene un público fiel que merece acrecentarse. Muy conocida en círculos zamoranos, la autora vive esa situación que, este año, quiere en cierto modo conjurar la Feria del Libro salmantina: lo conocemos a nuestros propios autores. La literatura castellano y leonesa no tiene quizás el respaldo necesario por la falta de conocimiento por parte del público de quienes no pertenecen a un circuito más amplio de presentaciones de libros y apariciones públicas. Autora constante, conocida por sus lectores y fiel a un estilo fácilmente identificable, Fredy Vacas tiene la valentía de contar aquello que desea y lo hace como a ella le gusta. Novela plena de acción, realista en su planteamiento, con cierta sencillez en el desarrollo y un enorme trabajo de ambientación y documentación que atrapa al lector. Una novela de corte clásico que cumple los cánones del género y que produce la satisfacción de una lectura que nos devuelve el gozo por la pasión, el ritmo trepidante y el personaje siempre presto a seguir adelante. El germen de la novela que todos hemos leído a la hora de enamorarnos de la lectura.

Ese es el gran mérito de Fredy Vacas como novelista. Mujer de enorme curiosidad y un admirable sentido de la humildad, no fueron las letras su estudio primero y sin embargo, el gusto por la lectura hizo que una vez encauzada su vida laboral, cursara estudios de Lengua y Literatura Castellana. Lectora empedernida, sabe muy bien lo que quiere cuando inicia una de sus novelas y es la época la que marca el comienzo de sus historias que, repito, enganchan al lector a despecho de quienes puedan ver en la etiqueta de “novela histórica”, “sentimental” o “costumbrista” una suerte de facilidad que no lo es en absoluto. Mérito de la autora, una autora a la que hay que oír en esta Feria nuestra del Libro que nos acerca voces diversas, a veces tan nuestras y tan cercanas y sin embargo, tan desconocidas.