Viernes, 29 de marzo de 2024
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Maestro Capea
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El diestro participará en una corrida conmemorativa en Guijuelo

Maestro Capea

Actualizado 23/04/2022 13:47
Fermín González

Es evidente que le sobran arrestos, raza, conocimientos e ilusión para conmemorar sus 50 años de alternativa

Cuando la realidad de las cosas es un hecho contundente, los adjetivos hay que dejarlos de un lado, ante el peligro de no encontrar los suficientes para no ensalzar lo que por méritos indiscutibles es merecedor de esas frases que todo el mundo, por lo general, cree que le corresponden.

Digo esto; al tener conocimiento de que Pedro Gutiérrez (Capea I), iba a conmemorar sus cincuenta años de alternativa, haciendo el paseíllo una vez más, y servidor se alegra mucho de que el Maestro pueda hacerlo, pues es evidente que le sobran arrestos, raza, conocimientos e ilusión. Sí, medio siglo después, el “niño”, que lo conquisto todo en los ruedos de la Iberia y de América, saldrá a hacer otro paseíllo arropado, según su deseo por sus mejores valedores su hijo Pedro y el yerno Perera, que ya le han dado nietos. Toreara de abuelo que también es una alternativa, que pocos han llevado a cabo y sin duda colmara de satisfacción y se sentirá orgulloso de poder cumplir este sueño, que servirá sin duda también de homenaje, de todos aquellos compañeros y amigos de cartel evocando aquellas tardes de -miedo y oro-.

Todos cuantos aún estamos aquí, y vimos nacer al torero, que seguimos desde sus primeros pasos, hasta la culminación triunfal de su carrera, sabemos de su personalidad, de su profesionalidad, de la raza, la gallardía, la entrega, afición desmedida y aquella depurada técnica que imprimía a su toreo. Por ello hay en su haber sin duda alguna, ocupar un puesto y una página entre los elegidos como Maestro dentro de la tauromaquia. No hará falta nombrar a todos aquellos rivales y compañeros en los ruedos que de una u otra forma también han sido parte de la historia de este quien hoy con justo merecimiento volvemos a recordar.

La maestría (en cualquier faceta de la vida, y el mundo taurino no es una excepción), es un grado de perfección psíquica y profesional, casi inalcanzable y, en esto nuestro del toro, poco se puede instruir, si no se conocen las causas, incógnitas, motivos y vericuetos de la trascendencia trama torera. A quien se le reconocía por Maestro era una persona elegida, por el mundo que le rodeaba con todos sus personajes, y esta proporcionaba magistrales lecciones bien galvanizadas, siendo un ejemplo, el ver como un diestro en edad, sabiduría, actitud y aptitud, gestionaba, el cómo, el cuándo y el porqué de las situaciones en la plaza y fuera de ella. Al prestigio reconocido se llegaba por medio de la discreción, de la sencillez, de la humildad, hasta el punto de restar importancia al mérito.

La palabra Maestro, se ha convertido en el mundo taurino, en una rutina descarada y bendecida de la banalidad más estrafalaria, por aquellos, que no tienen el mínimo pudor de pronunciarla venga o no a cuento. En tauromaquia; cuando no hace tanto, hablábamos de Maestros, relacionábamos inmediatamente a un hombre excelso, impecable, con personalidad y apostura singular.

Sabemos perfectamente, que, a lo largo de cualquier carrera, existen sombras, obstáculos, incomodidades, personajes de variado pelaje y catadura moral, ingratos envidiosos etc., no se puede evitar, y, también de la mezquindad de mucha gente, capaz de juzgar en una mala tarde toda una trayectoria mantenida a un alto nivel, dejando al margen los gustos subjetivos que siempre provocan los toreros, y de la valoración que cada cual quiera establecer. Lo cierto es, que no pocas veces se le ha negado y puesto en entredicho su carrera, tal y como si pensáramos que el Capea, no hubiera hecho nada dentro del toreo, y sinceramente eso me parece tan injusto, como cruel y falta de conocimiento.

Feliz regreso, aunque sea una vez más, para conmemorar esos cincuenta aniversarios.