En términos de turismo y de cara a este verano, cree “que se pueden superar las cifras de antes de la pandemia”
La Semana Santa ha reunido en Salamanca a una gran cantidad de personas, la vuelta de los pasos procesionales a las calles de la ciudad ha hecho que los turistas se acerquen hasta la capital del Tormes para disfrutar de ella. Sin embargo, no solo para disfrutar de esta festividad, si no también de los monumentos y otras riquezas con las que cuenta la capital salmantina.
Salamanca es ciudad muy rica en patrimonio y recibe la visita de muchos turistas. En este sentido, Fernando Castaño, concejal de Turismo, destaca en este medio de comunicación que la ciudad cuenta con “un valor añadido” porque no es una ciudad completa, donde no solo hay monumentos. “En Salamanca hay vida durante todo el año, son muchos los monumentos que además se usan, se siguen utilizando desde hace siglos” y eso no ocurre siempre.
“En Salamanca basta con dejarse llevar”, añade el concejal. Las personas buscamos tener cierta organización en los viajes, saber qué ver y seguir un orden. “Eso está bien, pero hay que dejarse llevar y perderse, perderse por cada rincón de la ciudad porque cada uno de esos rincones tiene una historia diferente y en todos ellos ha ocurrido algo, en algún momento de la historia ha ocurrido algo importante. Salamanca es algo más allá de la piedra, tiene un componente espiritual muy profundo”.
Tras dos años de pandemia, parece que se va recuperando cierta normalidad. Cuando le preguntamos a Fernando Castaño por qué una persona tiene que venir a Salamanca, tiene clara la respuesta. “Van a ver las cosas de otra manera, Salamanca es una ciudad que es maravillosa y todo aquel que quiera tener una mirada diferente, hacia el interior la va a encontrar”.
La vida de Salamanca, sus calles, sus monumentos, patrimonio artístico, gastronomía, espiritualidad…. Hay mucho que decir. “Son muchos años de antigüedad en los que siempre han ocurrido cosas, algunas muy bonitas y buenas, y otras no tanto, pero eso está impregnado en la vida de Salamanca”. Añade, además, que “Salamanca es una ciudad turística pero que está llena de vida tanto por el día como por la noche. Todo aquel que busca algo más en una ciudad viene aquí, viene a Salamanca”.
Tras dos años de pandemia parece que la situación va mejorando y tiene claro que lo que está por venir puede ser positivo. “Creo que se pueden superar las cifras de antes de la pandemia. Hay que ser comedidos, todos sabemos que el 2023 o 2024 puede ser complejo, yo ya llevo unos años advirtiéndolo, que la inflación se iba a desbocar, que la crisis económica iba a venir después, y hay que estar preparados, hay que ser competitivos, hay que tratar de establecer mecanismos para compensar esa posible bajada del poder adquisitivo del turista. Ahora vamos a tener un momento de euforia, pero hay que saber ver más allá de ese momento de euforia.
"Hay que ilusionarse, pero también hay que prepararse para lo peor, hay que trabajar para ellos”, concluye.