Viernes, 29 de marzo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
¿Viajar es huir o salir en la búsqueda de lo nuevo?
X

¿Viajar es huir o salir en la búsqueda de lo nuevo?

Actualizado 12/04/2022 10:00
Francisco Delgado

En estos primeros días de la Semana Santa, millones de europeos salen de sus casas, en su coche, en avión, o en tren, buscando un destino distinto al de su vida cotidiana.

Los viajes de Semana Santa son un fenómeno de masas tan importante, económica, cultural, incluso antropológicamente, que merece la pena conocer el motivo o motivos que tiene nuestra especie, para estos desplazamientos tan masivos, compulsivos, que casi parecen necesarios para la supervivencia (aunque no lo sean).

A propósito de supervivencia, los millones de desplazamientos que continuamente se dan en los cinco continentes, buscando en otros lugares una solución a la dificultades de sobrevivir de millones de personas que sufren en sus países, son claramente viajes de huida: huida del hambre, de la falta de futuro para las jóvenes generaciones, de la ausencia de unas condiciones dignas en educación, salud, seguridad.

Pero además de los viajes de los inmigrantes, obviamente los viajes de los refugiados de guerra, como los cientos de miles que estamos viendo en los últimos años ( procedentes de Siria, Afganistán, Yemen, Ucrania…) son también viajes de huida ante el peligro de todos los daños físicos que conllevan las guerras.

Los viajes de la Semana Santa europea, no tienen nada que ver con los citados, salvo que superficialmente dan la imagen de huidas masivas y cortas, de varios días, entre la ida y la vuelta. Tienen más que ver con una interrupción de la vida cotidiana, que con la exploración del ancho mundo o con la curiosidad de conocer nuevas culturas. ¿Qué necesitamos interrumpir? ¿Qué es lo que soportamos tan mal que lo vivimos como algo esencial o casi necesario interrumpir, al menos unos días?

Todos lo sabemos: las frustraciones de nuestra vida cotidiana; el trabajo diario que no nos gratifica, la tensión del ritmo de vida que nos imponen las grandes ciudades, extraña a nuestro organismo, la cantidad de tareas y deberes que la compleja sociedad nos obliga a la mayoría de los ciudadanos. Desde esta perspectiva, podemos afirmar que también estos cortos viajes de Semana Santa son también una huida.

El otro día un amigo me recordaba un precioso librito de viajes, escrito por Miguel de Unamuno, por tierras de España y Portugal. En él, hay un párrafo, cuando nuestro filósofo está visitando la ciudad portuguesa de Braga, una tarde cualquiera, anodina, en el que cuenta que de repente, le vino a la cabeza con gran intensidad la pregunta: “¿Qué pinto yo aquí?”. ¿Para qué he llegado hasta aquí? ¿Para qué y por qué estoy viajando? Supongo que ese día, en Braga, nuestro escritor no había tenido ningún encuentro nuevo que le hubiera gratificado tanto como para dar una razón a su viaje; pues, en general, lo que nos compensa no es tanto la belleza o riqueza de monumentos, museos, arquitectura de la ciudad visitada, sino el encuentro con algún o algunos habitantes de ese lugar, con el que espontáneamente intercambiamos pareceres, y a veces, las mejores, también simpatía e incluso una nueva amistad.

El amigo que me recordó el libro de viajes de Unamuno, también recordó una experiencia similar que le ocurrió en Nicea (Turquía) en un viaje turístico. “Qué pinto yo aquí?”, se preguntó a sí mismo, sin encontrar respuesta.

Es muy difícil que un viajero encuentre una significativa satisfacción en un viaje, si no sabe qué es lo que busca. Y lo que se busca siempre se encuentra en el interior del viajero antes de partir; lo más que nos puede ofrecer el nuevo viaje es una nueva forma de lo que ya está dentro de nosotros: el deseo de libertad, de belleza, de intercambio de afectos, que los objetos nuevos comprados no pueden sustituir.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.