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Pregón íntegro de Semana Santa a cargo de las Madres Isabeles
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ALBA DE TORMES

Pregón íntegro de Semana Santa a cargo de las Madres Isabeles

Actualizado 08/04/2022 22:59
Roberto Jimenez

Sor Marí Angeles fue la encargada de pronunciar las palabras que abren la Semana Santa en Alba de Tormes

Muy buenas noches a todos los presentes en esta hermosa y acogedora iglesia de las Madres Carmelitas Descalzas, dónde con orgullo y gran devoción, guardamos los restos mortales de Santa Teresa de Jesús, patrona de nuestra villa ducal. Con mucho gusto la Comunidad de Santa Isabel, aceptó la invitación de Don Emilio, párroco de esta localidad de Alba de Tormes y de las diversas cofradías para hacer este pregón, que ya nos anuncia y abre las puertas a la gran semana de los cristianos y que designamos con el nombre de “Semana Santa”.

Dadas las circunstancias actuales que estamos viviendo en nuestro mundo de sangrientas guerras y falta de paz, me gustaría iniciar este pregón rezando todos unidos la oración de la paz atribuida a San Francisco, gran pacificador en su tiempo.

Quiero comenzar con un saludo acogedor de “Paz y Bien” para todos los aquí presentes que habéis querido asistir a este evento.

“Paz y Bien” a nuestras autoridades religiosas y civiles que veláis y trabajáis con interés y desvelo, por nuestro bienestar espiritual y material.

“Paz y Bien” a las distintas comunidades religiosas masculinas y femeninas, que con sus diversos carismas enriquecéis nuestra villa.

“Paz y Bien” a las numerosas cofradías, que animáis y fomentáis nuestra religiosidad con vuestro entusiasmo, vuestro tesón y vuestra presencia en todos los pasos procesionales, que tendrán lugar por las calles de la villa en estos días santos, cada una de ellas con su singularidad propia. No olvidemos que la unión hace la fuerza.

.- Cofradía de La Vera Cruz

.- Cofradía del Santo Cristo de la salud

.- Cofradía de la Cruz y de Amor

.- Cofradía del Santísimo Sacramento

.- Cofradía del Nazareno

Yo os insinúo y os animo a que vuestra fe y religiosidad no quede únicamente reducida a los actos piadosos de estos días santos juntamente con sus pasos procesionales. Todo esto es bueno y positivo, pero no suficiente.

Una fe firme y auténtica, necesita ser alimentada con un seguimiento continuo en el transcurso de todo el año para que de sus verdaderos frutos, con distintos encuentros de formación religiosa y momentos de oración compartida. Esto sería muy enriquecedor.

“Paz y Bien” a esta excelente banda de música aquí presente, que siempre nos acompaña para dar realce y solemnidad a nuestro primer acto religioso de la Semana Santa, “El Pregón”, y demás procesiones de la villa, despertando en los fieles (que con devoción y en silencio, acompañan respetuosamente las imágenes procesionales) sentimientos de piedad y devoción, convirtiéndose en una auténtica oración viva a su paso por nuestras calles.

Y por último “Paz Y Bien” a todos los albenses y demás personas que os habéis acercado hasta aquí para asistir a este acto con el que iniciamos la “Semana Santa”.

A todos os invito y animo con ilusión y gozo a vivir esta Semana Santa en profundidad, a través de la reflexión personal y el silencio, a entrar en ese “castillo interior” del que nos habla Santa Teresa en el libro de “Las Moradas”, dejando a un lado las sabandijas que rodean nuestro castillo y que nos extorsionan, molestan e impiden poder adentrarnos en él. Esta semana es tiempo propicio para ello.

Así los grandes valores humanos, cristianos y religiosos, que, entre comillas, hoy están por desgracia en desuso, van calando lenta y profundamente en nuestro corazón.

Sólo de esta forma podremos llegar a experimentar con fuerza en nuestras vidas frágiles y caducas, ese gran deseo de poseer a Dios, como exclama Santa Teresa en uno de sus poemas: “Que muero porque no muero”, o como San Francisco de Asís: “Mi Dios y mi Todo”, o como un antiguo Padre de la Iglesia, San Agustín: “Nos has hecho Señor para Ti, inquieto está nuestro corazón hasta que descanse en Ti”.

Pero… todo esto según mi entender, ha de ir acompañado de “Un cierto sentido eclesial” de pertenencia a la Iglesia de Cristo. Recordemos las últimas palabras de Teresa de Jesús antes de morir, aquí, en esta villa y en esta casa religiosa en la que nos encontramos: “POR FIN MUERO HIJA DE LA IGLESIA”. Ese fue su último suspiro, y ese debería ser también el nuestro.

Todos los grandes santos han tenido muy claro, que un cristiano no puede alimentar su vida espiritual por libre y al margen de la Iglesia. Su integración en ella desde su Bautismo, es de suma importancia y a ella debería ser fiel hasta el final de sus días.

Valoremos esto en nuestra vida cristiana. Por todo ello os animo a acudir a nuestras iglesias, con interés y buena disposición, a participar en estos días Santos de la gran riqueza espiritual que nos ofrece la LITURGIA y así alimentar nuestro espíritu. Cuatro son los días centrales dentro de la semana Santa.

Domingo de Ramos

Acompañaremos al Señor en su entrada triunfal a la ciudad de Jerusalén y a continuación participaremos activamente en la Eucaristía. Escucharemos con atención la lectura integra de “la conmovedora pasión del Señor” que se proclama en este día y dejaremos que vaya calando en nuestro espíritu ese amor inmenso y apasionante de Dios hacia el hombre pecador, que llegó hasta el extremo de no perdonar ni a su propio Hijo.

Jueves Santo

No fallemos a la cita de esta gran solemnidad. En la Eucaristía de este día, recordamos “LA ÚLTIMA CENA DEL SEÑOR” antes de entregarse, en la que tuvieron lugar en nuestra historia, grandes acontecimientos salvadores, cada uno de ellos con un contenido y significado, que no nos podemos parar ahora a explicitar.

-. La Institución de la Eucaristía.

-. El lavatorio de los pies.

-. El mandamiento nuevo

-. Y la Institución del Orden Sacerdotal.

Esta tarde del Jueves Santo asistamos con devoción y demos el broche final con la adoración y acompañamiento al Santísimo en la Hora Santa, acompañando a Jesús en su trágica agonía en el Huerto de los Olivos.

Viernes Santo

Es el día del gran silencio, celebramos el recuerdo de “ La Pasión del Señor”. Quisiera haceros una advertencia cariñosa, no os limitéis en este día de duelo solamente a asistir a la solemne procesión del “Santo entierro”: este podría ser nuestro acto comunitario y final del día. Acudamos antes con presteza y devoción, a los Santos Oficios” que se celebrarán en todas las iglesias abiertas al culto a primeras horas de la tarde. En todas ellas tiene lugar la celebración de “la pasión del señor” que consta de tres partes bien definidas.

En la 1ª parte “la celebración de la Palabra”. La primera lectura del libro de Isaías con su mensaje excepcional sobre el Siervo de Yahvé, es sobrecogedora, una auténtica profecía sobre lo que muchos años después iba a hacerse cruda realidad en la persona de Jesús, el Hijo de Dios. Es hermoso leerla. Os confieso que para mí es apasionante y que cada vez que la leo de manera pausada y reflexiva, me conmueve por dentro, calándome hasta el fondo la gran riqueza de su contenido.

De nuevo también en este día muy apropiado para ello, se proclama por segunda vez el relato estremecedor de la Pasión del Señor. Este día según San Juan. Dejemos calar en nuestro espíritu su mensaje de amor hasta el extremo y hagamos una pausa al final ante las últimas palabras de Jesús agonizando en la Cruz. “Ya todo está cumplido “. Inclinando la cabeza entregó su espíritu. Así nos narra el joven evangelista San Juan, el final de su misión redentora.

La 2ª parte es “La adoración de Jesús en la Cruz”. Acudamos a esta adoración con veneración y respeto santo y dejemos aflorar nuestros sentimientos más tiernos ante la contemplación y adoración de este Rostro Divino pendiendo de una cruz y que desfigurado no parecía hombre.

Es en esta Cruz Redentora dónde se abren de par en par las puertas de una resurrección gloriosa para el hombre pecador. Finalizamos los Santos Oficios con la tercera parte que es la Sagrada Comunión. Unámonos al Señor esta tarde en su dolor.

Resurrección del Señor

Y por fin llegamos al gran día que es el de la Resurrección del Señor. No faltemos a la cita de esta gran Noche Santa, en la que como nos anuncia el Pregón Pascual con su gran riqueza en contenidos, se une el cielo con la tierra, lo humano con lo Divino.

Hermanos, celebramos el acontecimiento más grande de la historia: “Cristo ha resucitado, experimentemos gozosos nuestra resurrección con Él. Y si hemos resucitado con Cristo, busquemos desde ahora las cosas de arriba, no las de la tierra.

Así nos exhorta San Pablo en una de sus cartas, Colosenses 3. Os animo a leerla, es una auténtica joya. Más adelante nos dice:

“Revestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de “misericordia entrañable”, de “bondad”, de “humildad”, de” mansedumbre”, de “paciencia”, soportaos unos a otros y perdonaos de la misma manera que Cristo os perdonó a vosotros y sobre todo revestíos del “AMOR”, que es el vínculo perfecto. La paz de Dios reine en vuestros corazones. “Sed agradecidos”.

Esta es, hermanos, la vestimenta que Dios quiere para cada uno de nosotros y la que se nos pide como fruto de la resurrección. Esta vestimenta nos capacitará para construir relaciones saludables en nuestro ambiente, entre nuestros vecinos, nuestros amigos, nuestro pueblo, nuestra sociedad actual, que tan necesitada está de todo esto. nos dará la paz verdadera, creo que todos tenemos experiencia de que sólo cuando hacemos el bien, nos sentimos, alegres, felices, y en paz, a la vez que colaboraremos a construir un mundo mejor.

Pongamos nuestro granito de arena, porque de multitud de granitos de arena, están formadas las inmensas playas que existen en nuestro planeta. Y ahora quisiera concluir este pregón con “un recital poético”. Los poemas que voy a recitar, son fruto de mis ratos de reflexión personal y van al unísono con los temas centrales de estos días santos.