Los pasos de la Hermandad del Cristo de la Agonía saldrán de la Purísima el Jueves Santo

Esta Semana Santa será “especial” e, incluso, “más emotiva” después de “todo lo que hemos pasado”, apunta Eufemio Dosuna, Hermano Mayor de la Seráfica Hermandad de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Agonía, añadiendo que “si la podemos celebrar, fenomenal, pero lo más importante es que estemos todos bien”.

La tarde del Jueves Santo saldrán, como novedad, desde la Iglesia de la Purísima. El cambio se debe a que la hermandad se ha trasladado de Las Úrsulas -donde ahora se ubica el Museo de la Fundación Edades del Hombre- a San Benito. Tal y como explica el Hermano Mayor, la imposibilidad de salir de San Benito, debido a que las puertas son pequeñas para la salida de los cuatro imponentes pasos que pone en la calle la hermandad, ha hecho que finalmente opten por salir desde la Purísima. “Nos han acogido y estamos muy agradecidos”, apunta al respecto.

Así, el recorrido continuará por la plaza de las Agustinas, calle Compañía, plaza de San Isidro, Libreros, Calderón de la Barca, Catedral Nueva -donde recuperan el acto de penitencia-, calle Benedicto XVI, Rúa Mayor, Corrillo, Juan del Rey, Prado, Doctrinos y, de nuevo, calle Compañía para regresar a la Purísima.

Este año también estrenarán faroles nuevos, y además “hemos reestructurado el paso del Prendimiento, porque la estructura que tenía pesaba más de 700 kilos, y ahora va a ser mucho más ligera. Algo que queremos hacer también con el resto de los pasos”, explica el Hermano Mayor.

Los pasos que escolta la Seráfica Hermandad de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Agonía, en un desfile procesional que representa la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo, es una de las mejores constataciones del valioso legado escultórico que custodia la Semana Santa de Salamanca, enriquecido y potenciado a lo largo de los años.

Junto al Santísimo Cristo de la Agonía (Damián Villar, 1959), Nuestro Padre Jesús del Prendimiento (Damián Villar, 1948), formado por cinco figuras con Jesús y Judas besándole en el centro de la composición (portado a hombros por 40 hermanos sobre carroza tallada en madera de nogal); el grupo escultórico Nuestro Padre Jesús ante Pilatos (Francisco González Macías, 1947); y la imagen de la Virgen de los Dolores (Inocencia Soriano Montagut, 1939), una Dolorosa de magnífica factura, considerada una de las mejores aportaciones escultóricas a la Semana Santa en el siglo XX, y que es portada sobre una carroza de madera de nogal por 40 hermanos.

Historia

La veterana cofradía de los comerciantes fue fundada por la Patronal de Comerciantes en el año 1926. El mismo año de fundación de la cofradía tiene lugar el primer desfile con las imágenes del Cristo de la Agonía, de Bernardo Pérez de Robles, la Dolorosa de las Agustinas, atribuida a Luis Salvador Carmona, y el grupo del Prendimiento, de Ángel Cantos. Imágenes que no desfilan actualmente. Una Hermandad que llegó a tener gran prestigio en la ciudad, y sus recursos económicos eran elevados, por lo que se permitía incluso asegurar a los hermanos de carga el pago del ataúd, en el momento de su muerte, y se dejaba una pensión a la viuda.

A finales de los años treinta se encargó una nueva imagen de la Dolorosa al imaginero catalán, afincado en Salamanca, Soriano Montagut, que desfila por primera vez en 1940. En el año 1947 se encargan dos nuevos grupos escultóricos: El Prendimiento, de Damián Villar, y Jesús ante Pilatos, de González Macías, desfilando por primera vez en 1948. Durante estos años la Cofradía alcanza su máximo esplendor, y en 1944, se decide fundar, una Cofradía filial, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón, cuyo motivo era organizar otro desfile procesional a semejanza de la malagueña Cofradía de Jesús el Rico. Para este desfile se elige el Cristo existente en el Monasterio de la Encarnación de las Madres Bernardas, cercano a la Prisión Provincial.