La sobriedad, con riguroso luto, marca la salida procesional de la ‘Señora de Salamanca’ que este año además incorpora novedades en el recorrido, con salida desde la Catedral Nueva
“Alegría tenemos porque esperamos sacar a la Virgen, esperamos que por el bien de todos se vaya marchando esta pandemia y podamos recuperar nuestras tradiciones”. Es el deseo, en palabras del Hermano Mayor Miguel Hernández Rubio de la veterana Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, una de las más numerosas de la Semana Santa.
Con respeto, y riguroso luto, los cofrades acompañan en las primeras horas de la madrugada del Sábado Santo a La Soledad, la ‘Señora de Salamanca’, en una salida procesional marcada por la elegancia y la sobriedad, y que este año incorpora novedades al recorrido. Novedades que ya estaban previstas para 2020, pero la pandemia se cruzó en el camino y no será hasta este 2022 cuando se hagan efectivas. Así, la salida será la Catedral Nueva (salida por puerta del Obispo), continuando por la Plaza Anaya, Rúa Mayor, calle Quintana, plaza del Poeta Iglesias hasta llegar a la Plaza Mayor, para seguir por la plaza del Corrillo, Prado, Prior, Plaza de Monterrey, Compañía y, de nuevo, por la Rúa Antigua en su regreso hasta la Catedral.
Un cambio en el recorrido que suprime el paso por la calle Palominos, y que se adapta, tal y como explica el Hermano Mayor, al que “habíamos hecho el día que vinieron todas las cofradías de España -con motivo de la salida extraordinaria de La Soledad-, nos gustó y los hermanos así lo solicitaron”.
Nuestra Señora de la Soledad, talla de Mariano Benlliure (1941), es una hermosa imagen de María en su soledad, que refleja en su rostro la pérdida de su Hijo, convertida en una de las más veneradas de Salamanca, por el intenso y devoto culto que recibe a lo largo de todo el año y muy especialmente cada Viernes Santo en la ‘Corona Dolorosa’ (solemne acto religioso) y en la posterior procesión en la que recorre las calles de la ciudad bajo palio, luciendo su impresionante manto negro bordado en plata, y portada sobre unas ricas andas.
Junto a la imagen titular de la Hermandad procesiona La Soledad de la Cruz (de Vicente Cid y Tomás Monzón), un paso de carácter alegórico que representa a la cruz sostenida por cuatro angelitos y otro detrás derramando sus lágrimas. La Hermandad decidió en el año 1993 realizar un paso que enriqueciese aún más el desfile procesional, saliendo por primera vez en la Semana Santa de 1997.
La historia de la Hermandad se remonta a 1645, cuando fue fundada por el gremio de zapateros de Salamanca con fines benéficos, fundamentalmente la asistencia a los condenados a muerte. En sus inicios tuvo varias sedes, primero en la Iglesia de San Román, más tarde la llevaron a la Catedral y ahí es donde actualmente permanece. La procesión de La Soledad brinda momentos de especial emoción y tradición, como la salida de la Catedral de la imagen de la Soledad, en medio de una lluvia de pétalos de flores, o su paso por la Plaza Mayor.