Se tentaron cinco erales para los diez finalistas que lo dieron todo para estar entre los clasificados
La gran final del Bolsín Taurino mirobrigense congregó una buena asistencia de público, la tarde acompañaba para ello con una temperatura y sol agradable. La entidad organizadora tenía preparado seguridad privada para el control de aforo dentro de la plaza de tientas del Hotel Conde Rodrigo II.
Se lidiaron cinco machos erales de las ganaderías de Jesús Ramos, Agustínez, Ramón Espioja, Hermanos Asensio y Valrubio.
Tras el sorteo de participación se hizo entrega de los dibujos del pintor mirobrigense Carlos García Medina a los cinco ganaderos. El diputado provincial delegado de la escuela de Tauromaquia de Salamanca, Jesús María Ortiz, acompañó en esta final a los cinco alumnos de su escuela que llegaron a la final, aunque solamente uno de ellos representa a la provincia salmantina.
Como directores y puesta de las reses al caballo, estuvieron con sus capotes los novilleros Manuel Diosleguarde y Marcos Pérez; En el caballo al tercio de varas, Rafa de Cabezal Viejo.
El primero en salir fue Jirandillo, con el número 15, de la ganadería de Jesús Ramos, procedente de Aldeanueva, un eral algo corniancho con buena actitud en el tercio de varas, demostró nobleza sin mostrar extraños al engaño del madrileño José Luis Gómez, que le tocó estrenar el albero y que sufrió varios embistes por permanecer en su sitio, sin miedo, mostrando valentía.
El segundo eral de nombre Cantinero con el número 39 de la ganadería de Agustínez y encaste Villagodío, de cornamenta similar a su predecesor, lo recibió el de Arroyo de la Luz con rodilla en tierra en sus primeros pases, continuando con buenos lances que el público asistente le agradeció con moderados aplausos; pues su acelerado trabajo emborronó los primeros hechos. En la segunda tanda se dejó ver por de Agustínez y recibió algún que otro enviste sin consecuencias.
En cambio, su compañero de res, el riojano Fabio Jiménez estuvo elegante, con un toreo más quieto y pausado.
La tercera echada de ganado tuvo como protagonista al nº 18 de Ramón Espioja, procedencia de Aldeanueva, con poco cuello, y sin humillar, lo que obligó a los aspirantes Sergio Sánchez y Roberto Martín a un toreo por arriba.
El cuarto eral lo prestaron los Hermanos Asensio, de nombre Caudillo con el número 8, salió de toriles con mucha fuerza, luchando mucho con el caballo, sin rendirse al tercio de varas; para luego quedarse sin fuerzas ante el engaño de Cristian Galeano y Esteban Tabernero, que sufrió un tonto percance al efectuar el remate en su última faena, cayendo el toro encima de su pierna teniendo que ser evacuado con ayuda y atendido por los servicios sanitarios.
Pero lo bueno llegó al final, la espera mereció la pena, con solo salir Tabaquero de Valdeflores, de la ganadería de Valderrubio, el público auguró que lo bueno estaba por llegar. Efectivamente, no se confundió el respetable. El de Valladolid y el de Badajoz, Mario Navas y Tristán Barroso, pudieron lucirse con este de Valrubio. Estos pusieron toda la carne en el asador, mostrando su gran destreza, arrancando efusivos aplausos del público asistente. Un golpe de suerte con este ejemplar de Gejuelo del Barro, que seguro les hizo sumar muchos puntos para que su nombre suene el próximo jueves en el pregón del Bolsín Taurino.