Miércoles, 24 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Entre el ruido y el silencio, la consulta
X
Calle de la Fe s/n

Entre el ruido y el silencio, la consulta

Actualizado 19/02/2022 09:16
Tomás González Blázquez

Probablemente les parecí un borde. Diré en mi descargo que el martes pasado, cuando había terminado de arrancar el ordenador y salía a avisar a los dos Josés que eran los primeros en la lista, la sala de espera se había poblado con gente que no esperaba para consulta. Primero, dos que se identificaron como “enfermeras”, y que al momento intuí sindicalistas (acerté), querían pasar a preguntarme no sé qué. Me remití a los que tenían prioridad, los de la lista, y al final de la mañana ya no estaban. Luego, otra señora que no se identificó, me dijo que si me importaba que grabaran en la consulta, con lo que supuse que era la periodista de Informe Semanal que iba a venir al pueblo, y también se llevó mi negativa. Seguramente ella no tiene ninguna culpa, pero sí dispone de un archivo en TVE donde constarán imágenes y sonidos de ese mismo consultorio, con este mismo pobre médico como figurante y hablante, en el que se planteaban ideas que ocho meses más tarde no han perdido ninguna vigencia pero que, a lo peor, no encajan en lo que se propone transmitir esa cadena pública cuando se detiene en la sanidad rural.

Un borde pude parecer por no dedicarles nada más que unos segundos a la puerta, pero confieso que me interesaba más responder cuanto antes a mi obligación de conocer lo que preocupaba a los Josés que, pacientemente, aguardaban en sus sillas tras haber obtenido su cita (a veces resulta una aventura). Lo mismo les resulté tan borde como, lo admito, se me antoja a mí algún candidato en esas noches de abrir urnas, cuando a “la fiesta de la democracia” le queda ya el último baile, la penúltima copa, apenas ese 10% del escrutinio, y sale el perdedor, todo demócrata, a echar la bronca a los votantes por no haber decidido lo que él deseaba, con lo impactantes que resultaban bata y fonendo en el cartel electoral. Volvió a pasar el domingo pasado y no fue ninguna sorpresa, como no lo es ya a estas alturas que, en torno a la sanidad, muchos busquen el inútil ruido y otros se refugien en un injusto silencio.

Está el ruido de los medios de comunicación que se acercan al fenómeno como una subtrama más de su serial sobre la España rural, que siempre han tenido ahí, aunque la usaban más para la chanza que para la denuncia. También el ruido de los sindicatos que transitan por el sistema completamente ajenos a muchos de los trabajadores, que no estamos sindicados ni lo tenemos en nuestros planes, y en concreto ese que irrumpió en el consultorio no escatima en andanadas frecuentes (y desnortadas) contra mi profesión. Ensordece, al fin, el ruido de los partidos políticos que entienden mucho más de implantar cordones sanitarios contra sus adversarios que de políticas sanitarias en favor de los ciudadanos.

Por otro lado, el silencio. No es comprensible que ante los escritos dirigidos a nuestros superiores por el menguadísimo equipo de Atención Primaria en el que trabajo, en el que somos cada vez menos médicos, algunas mañanas desempeñando dos el trabajo teóricamente dividido entre doce, la respuesta sea la ausencia de la misma. Un silencio no sé si resignado, o cómodo, o expectante, pero que interpreto sobre todo como injusto. Un silencio ante las vacantes no cubiertas que se contesta contratando, desconozco en qué condiciones ni bajo qué paraguas legal (que lo tendrá), a graduados en Medicina antes de que empiecen su especialización. Siempre he sido un defensor de la presencia de los estudiantes de Medicina en los centros de salud rurales, para que puedan conocerlos y así amarlos, para que un día se animen a optar por la Medicina rural como su proyecto profesional, pero enviar a estos que, por supuesto, considero compañeros a una situación de tanta precariedad no contribuye a que la experiencia sea la mejor, ni a garantizar la asistencia más adecuada a los pacientes, ni a dignificar, que falta hace, la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria. A la vista del proceder de determinados gestores sanitarios la puede ejercer cualquier graduado: ¿cuando busquen neurocirujanos se mandará a recién graduados en Medicina a quirófano?, ¿es así como se cree que la Atención Primaria es el pilar del sistema sanitario? Tampoco me guardo la duda respecto a las diferencias entre una comarca despoblada y un barrio de una ciudad: ¿también se están contratando “pre-residentes” para aligerar lista de espera en los centros de salud urbanos? No obstante, soy consciente de que así lo pidieron algunos alcaldes de esta comarca y se ha atendido su petición (ésta, no otras).

Dentro de la consulta, detrás de la puerta, ni el ruido ni el silencio mandan. Ahí es donde debemos encontrar los médicos, junto a los enfermos, la verdad que falta fuera.

En la imagen, atardecer junto al Centro de Salud donde trabajo desde hace siete años.

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.