Mujeres... y escritoras olvidadas.

Sofía Casanova tiene una vida más novelesca que sus obras aunque como todo escritor siemrpe hay una parte de uno –real- que se acopla a la ficción, quizá de ahí provenga el refrán: la verdad supera a la ficción

Junto A Carmen de Burgos, Colombine (pseudónimo que utiliza para firmar los artículos periodísticos) se la considera la primera corresponsal de guerra de la historia de España, puesto que estuvo cubriendo desde Melilla la guerra de Marruecos en 1909, Sofía Casanova fue la primera que cubrió primero la I Guerra Mundial y luego la Revolución Rusa para el periódico ABC.

Casanova era la hija primogénita de un matrimonio gallego. Su padre abandonó a la familia cuando ella y sus dos hermanos eran pequeños y su madre tuvo que trabajar en tareas para las que no había sido criada, a fin de asegurar la subsistencia a sus hijos. Es muy curioso uno de sus trabajos: vender huevos desde la Coruña a Inglaterra. De familia aristocrática sin medios económicos, como muchos antes y ahora. Sofía fue presentada en Madrid y entró en contacto con la corte, conoció a un intelectual polaco, que tenía vocación de iluminado (pensaba que teniendo un hijo varón sería el padre del salvador de Polonia) entonces repartido entre tres países: solo tuvieron hijas. El matrimonio fue muy infeliz y la culta Sofía empezó a escribir. Una suerte para la literatura.

Primero fueron novelas, luego periodismo. Su nombre era muy popular en los años 20 La novela corta fue muy popular por aquellos años locos. Hoy en día está muy olvidada, la política -diestra o siniestra- debe ser imparcial con el arte. Por desgracia no ocurre así y eso sucedió a Sofía Casanova, hoy solo podemos encontrar “Crónicas de la Revolución Rusa”.

Concha Espina no es en Madrid una parada de metro una parada de metro. Detrás de ese nombre está una magnifica escritora. Tuvo que hacerse a sí misma. Muy popular en su momento. Sus novelas no son tan emocionantes para el lector actual como pueden ser las de otras escritoras de la época (si leen, La virgen prudente, trata sobre una joven universitaria en la España de los años 20, quizás puedan sentirse indignados por lo que la pluma hace vivir a su principal protagonista) Pueden encontrarlo en librerías de antiguo.

Era una de las autoras más populares de la época y muy leída. Tanto es así que un pueblo de Cantabria, que había usado en sus novelas como escenario bajo el nombre de Luzmela, acabó cambiando oficialmente de nombre para ser llamado como en el mundo literario de Espina.

Magda Donato. La escritora, ha sido oscurecida por el peso de su hermana Margarita Nelken (una de las primeras diputadas en la historia de España), fue una brillante periodista. Se han reeditado sus reportajes, les aseguro que son fascinantes (se infiltraba en aquellos lugares sobre los que quería escribir, fue loca en un manicomio, pobre de solemnidad en un comedor social, secretaria de un adivino o presa en la cárcel) Muy actuales. No es la única obra de Magda Donato Es interesante leer los artículos que durante 1930 publicó sobre la situación de la mujer, para dar fe de ello recorrió toda España. Donato también escribió literatura infantil y ficción para adultos. Una de sus novelas cortas, La carabina. Texto lleno de ironía cuya temática no ha envejecido.

María Lejárraga, conocida como María Martínez Sierra, una de las fundadoras del feminismo en España y también uno de los más claros ejemplos de lo que ha sucedido a lo largo de las centurias sobre matrimonios de escritores (marido escritor de perfil bajo, que se apropia de la obra de su esposa) Ella creía que las obras de ficción con marcados mensajes feministas podían ser mejor aceptadas si las firmaba un varón que una mujer. Craso error, debió hacer como Dª Emilia Pardo Bazán. Así la firma de Gregorio Martínez Sierra, aparece tanto en teatro como en películas. María fue la gran desconocida, velada por el mediocre copión de su esposo, Gregorio Martínez Sierra.

Desconocían que la verdadera autora era María. Tuvieron que pasar muchos años Llegados los 80, dos –expertas- profesoras de universidad demostraron el fraude. Gregorio Martínez Sierra, firmó antes de morir un papel señalando que su esposa había sido coautora de sus obras, la investigación académica ha demostrado que ella era la autora al completo de las obras de teatro que él firmaba, fueron un tremendo éxito de público en su momento.

María Lejárraga aparece en Cándida, y Palabras insensatas que tú comprenderás , el texto original por el escritor Salvador Compán.

Mi homenaje a todas las plumas que por ser mujeres fueron silenciadas.