La empatía es una habilidad que se puede entrenar, pero requiere estar en presencia del dolor de otra persona, sin intentar eliminarlo, simplemente escuchando. Igual que cuando sentimos dolor, tendemos a anestesiar las emociones porque queremos dejar de sentirnos así, cuando alguien a nuestro alrededor está sufriendo también tendemos a hacer lo que sea con tal de callar ese dolor que nos incomoda.
"Anestesiarnos" parece la vía fácil, pero pasa factura: nos desconecta. La buena noticia es que la empatía no es una cualidad rígida, no es una cuestión de 'se tiene o no se tiene', es una capacidad que se puede entrenar a través de la práctica. ¿Cómo entrenar la empatía y aprender a escuchar? Ixi Ávila, coach de Inteligencia Emocional, desvela las claves para conseguirlo:
- Escucha activamente buscando entender, sin interrupciones. Ponte en la perspectiva de la persona que se está expresando. Empatizar no es aconsejar, educar, interrogar, comparar, solucionar o tener las palabras perfectas. Empatizar es escuchar.
- Elimina cualquier tipo de juicio, recuerda que empatizar no es evaluar lo que la persona te está contando, sino escuchar sin poner un valor a lo que esa persona está viviendo.
- Reconoce las emociones y sensaciones de esa persona en tu propia experiencia. Es más fácil empatizar con algo con lo que te identificas. Sin embargo, también puedes ser capaz de empatizar con situaciones ajenas a ti y a lo que has vivido hasta la fecha. Quizás tú no actuarías de la misma manera en la misma circunstancia o no te sentirías triste por las misma razones, pero sí que puedes conectar con tu propia tristeza para entender su sentir.
- Da espacio y permiso para que la persona se exprese y pueda sentir todas las emociones, incluso las más incómodas. Practica simplemente acompañar y da lugar para sentir.
- Pregunta en vez de predecir: ¿Cómo te puedo apoyar en este momento? ¿Qué necesitas?