Según el último informe de 'Previsiones Económicas de Castilla y León' de Unicaja Banco los sectores que más crecerán serán el de la construcción y el sector servicios
El Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León podría haber crecido un 5,0 por ciento en el año 2021 mientras que para 2022 se prevé un repunte de tres décimas y un aumento del 5,3 por ciento, "en un contexto de elevada incertidumbre por diversos factores como las nuevas variantes del virus, los estrangulamientos en las cadenas de producción o el incremento de precios y costes", según consta en el último informe de 'Previsiones Económicas de Castilla y León' de Unicaja Banco elaborado por Analistas Económicos de Andalucía.
Por su parte, el informe cifra en un 1,2 por ciento la estimación del aumento del empleo en 2021, por lo que la tasa de paro bajaría en un 1,7 por ciento hasta situarse en el 11,8 por ciento, 0,3 puntos menos respecto al promedio de 2020. En el caso de 2022 se estima que el empleo en Castilla y León podría aumentar un 1,1 por ciento, lo que rebajaría la tasa de paro otras cuatro décimas, hasta el 11,4 por ciento.
En concreto y según precisa el informe de Unicaja Banco consultado por Europa Press, por el lado de la demanda en la estimación de crecimiento del PIB en 2021 el consumo de los hogares y la inversión registrarían crecimientos del 4,8 por ciento y 6,7 por ciento, respectivamente, tras sendas pérdidas del 9,6 y 14,3 por ciento en 2020, con menor crecimiento para el consumo final de las administraciones públicas, que subirán un 3,1 por ciento, tras el repunte del 4,3 por ciento del año del inicio de la pandemia.
Por el lado de la oferta se espera un crecimiento generalizado, salvo en el sector agrario, que perderá un 3,4 por ciento, tras crecer un 8,7 por ciento en 2020. El aumento será más destacado para la industria, con un repunte del 6,3 por ciento (perdió un 6,9 por ciento en 2020), seguida de los servicios, con un 5,4 por ciento (en 2020 cayeron un 8,3 por ciento). En el caso de la construcción subirá un 3,0 por ciento, tras una senda negativa del 12,1 por ciento.
Por su parte, el consumo privado y la inversión podrían crecer en 2022 a mayor ritmo que en 2021 hasta alcanzar tasas del 5,2 por ciento y 6,9 por ciento, cuatro y dos décimas más respectivamente, con menor ritmo de nuevo para el gasto de las administraciones públicas, que se quedaría en el 2,0 por ciento (1,1 puntos menos).
Según este informe de Unicaja Banco, el crecimiento por sectores será generalizado, con tasas más elevadas para la construcción (5,8 por ciento, 2,8 puntos más) y el sector servicios (5,6 por ciento, dos décimas más), seguidos de la industria (4,5 por cientos, perdería 1,8 puntos) y de la agricultura que repuntaría un 3,2 por ciento tras el ejercicio de 2021 en negativo.
En el caso concreto de la economía española, Unicaja Banco recuerda que los últimos datos de la Contabilidad Nacional Trimestral relativos al tercer trimestre de 2021 apuntan a que el PIB registró un crecimiento intertrimestral del 2,6 por ciento, 0,6 puntos porcentuales más de lo anticipado en el avance de octubre, hasta situar la tasa de variación interanual en el 3,4 por ciento.
La moderación de la actividad en el cuarto trimestre del año con respecto a los meses previos ha llevado a los principales organismos internacionales y servicios de estudios nacionales a revisar recientemente a la baja sus perspectivas de crecimiento.
Por su parte, la últimas proyecciones macroeconómicas del Banco de España apuntan a que en 2021 el PIB podría haber crecido un 4,5 por ciento, con una aceleración de la recuperación en 2022 hasta alcanzar el 5,4 por ciento.
Finalmente y según se recoge en el último informe de Perspectivas Económicas de la OCDE, la actividad económica continúa la recuperación a escala mundial para alcanzar los niveles previos a la pandemia del Covid 19, si bien es desigual por grandes áreas geográficas.
Durante el último tramo de 2021, se ha asistido a una pérdida de impulso de la actividad productiva y comercial, motivada en gran medida por la aparición de la variante ómicron, y los desequilibrios derivados de las tensiones en las cadenas de producción globales, así como el encarecimiento de las materias primas y otros bienes intermedios, recuerda la entidad financiera. La OCDE estima que, en el conjunto de 2021, el crecimiento de la economía mundial se habrá situado en el 5,6 por ciento y para 2022 se prevé que el PIB avance un 4,5 por ciento.