Miércoles, 25 de diciembre de 2024
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El corazón humano ¿Puede sustituirlo el corazón de un cerdo?
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El corazón humano ¿Puede sustituirlo el corazón de un cerdo?

Actualizado 13/01/2022 20:00

Es la noticia de la semana, que usted ya ha oído y leído varias veces:

“Trasplante de cerdo: Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland (EE.UU.) informó este lunes que logró trasplantar un corazón de cerdo modificado genéticamente a un hombre de 57 años en una cirugía que calificó de «histórica», informa Efe.

Al cerdo le tenemos glorificado, con razón, porque de él se come todo, de las orejas al rabo:. De él se dice: ”nos gustan hasta sus andares”, supongo que por los hermosos glúteos que tienen cuando están gorditos ¡Qué jamones”

Les propongo que a partir de ahora le llamemos “hermano cerdo”. San Francisco de Asís fue un adelantado.

En mi pueblo, Navalmoral de Béjar, usamos varios nombres muy denigrantes para este animal tan sabroso: cerdos, marranos y guarros. Y a los pequeñitos, recién nacidos les llamamos con cariño “guarrapines”., que suena mucho mejor.

Tengo que decirles que los guarrapines nacen muy limpios, huelen bien y son preciosos. Suelen ser además un montón. Verlos mamar de la teta e su madre, echada todo lo larga que es, es una escena dulce y tierna de maternidad.

Son tan tiernos y bonitos que si nacen con dificultades o tienen frío o su madre es tan loca que les maltrata (este poder no solo un privilegio humano) les poníamos en un cesto, en la cocina, cerca de la chimenea y le dábamos leche de vaca con biberón.

Lo dicho, que hay que llamarles hermanos y no discriminarlos con ese lenguaje.

Los humanos somos muy dados a inventarnos cosas. Uno de nuestros órganos mejor considerados ha sido siempre el corazón. Es un órgano muy especial por único (otros muchos son dobles), por ser un motor de riego poderoso, que se pone siempre a nuestro servicio cuando descansamos o corremos, sufrimos o gozamos, nos enamoramos o nos abandonan.

El corazón marca la hora y los tiempos de la vida y la muerte. No se para nunca, durante años. No tiene fecha precisa de caducidad, pero finalmente se acaba parando. Es una pena.

Aunque todas emociones le afectan. Tal vez por ello9, tratamos al corazón con una discriminación positiva: decimos que es el lugar del amor; hasta nos ponemos la mano sobre el pecho izquierdo para expresar gestos amorosos. Cuando nos enamoramos salta gozoso hasta el punto que decimos cosas bellísimas: “me va a explotar el corazón”, “se me va a salir el corazón”, “no sé si el corazón me va aguantar”, etc. Cuando una persona siente empatía, es bondadosa y sabe querer, decimos que tiene “buen corazón”: El símbolo del amor es el dibujo de un corazón. ¿Qué más y mejor podemos decir?

La ira, la mala uva, el odio y la maldad las solemos colocar en otras partes: “tiene malas entrañas”, decimos ¿Dónde están las entrañas, en e interior difuso? O hacemos una generalización: “es un malvado”, ”es una mala persona”, etc.

Incluso cuando queremos hablar mal de alguien podemos decir: ”no tiene corazón, si tuviera corazón no haría esas cosas”.

Con esta noticia, me estoy haciendo muchas preguntas, muy humanas (algunas disparatadas, por tanto), aunque poco científicas: ¿Seguiremos hablando bien del corazón después de saber que puede ser de un cerdo? ¿Cambiaremos los nombres del cerdo? Sabemos que los cerdos desean, si son machos todo el rato, y si son cerdas de cuando en cuando. ¿Seguirán los humanos (y humanas, que también desean todo el rato) con corazón de cerdo (o cerda) deseando sin límites de tiempo y enamorándose y siendo románticos? ¿Podrán comprender la poesía? ¿Nos quedaremos sin el símbolo del amor? ¿Qué corazón tendrá este hombre cuándo llegue el día de la resurrección? ¿Podrá elegir según sus preferencias o le repararán su antiguo y auténtico corazón con un paso previo por el purgatorio? Ya sabemos que los pecados del corazón necesitan muchas misas y oraciones y un paso por el taller purgatorio?

Bueno, sino le gustan estas preguntas disparatadas, no se las haga.

Y de forma más seria y filosófica ¿Somos una especie tan alejada de las demás, como nos han enseñado, o somos una especie distinta, pero finalmente una especie más? ¿Cuál es la sede del amor, si esta existe o es una cosa bio-psico-social (antes decíamos que era el alma), como decimos ahora cuando no tenemos ni idea ? ¿Qué es en realidad el amor?

Los mejores deseos para el señor de 57 años en el que late un nuevo corazón. Maravillosas su declaraciones: “acepto una operación experimental porque no tengo otra opción, quiero vivir o que este experimento beneficie a los siguientes que estén en mi situación”. Y felicidades a estos médicos que luchan a favor de la vida.

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